... que, después de lo mucho que habíamos disfrutado con 'La isla mínima', el día tenía que ir a acabar con 'Difret', ridículo drama social que hace gala de la misma sutileza que un reportaje de Mercedes Milá pero sin el "encanto" sociocultural del GH. Apadrinado por Angelina Jolie -cuidado, peligro-, básicamente se trata de un burdo y torpe intento telefilmesco por azuzar conciencias cuya evidente ineptitud convierte en un despropósito cómico que trae consigo dramáticas consecuencias, tomarnos a guasa algo que más nos vale no tomarnos a guasa.

No nos cabe duda de que las intenciones de Zeresenay Mehari son moralmente elevadas... pero no se trata sólo de ponerle corazón, conciencia o una madrina tan conocida como la Coca-Cola, sino también de ponerle algo de talento y sobre todo talante narrativo a ese corazón. Incluso la ofensa es una opción nada descartable de tan vil, progre y pusilánime que puede llegar a ser este golpe barrio-bajero que mejor no nos pille con la guardia bajada como para ver ese dedo superior del "si no te gusto, es que no tienes alma". Igual... es al revés, ¿no?

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex