'Cars 2' - La excepción que confirma la regla
Y llegó el día que tanto habíamos temido algunos, el día que en que la excepción bajara del cielo a Pixar y rompiera nuestra fe para mostrarnos al resto de mortales que al igual que Xerxes ellos también son de carne y hueso, y por ende, imperfectos y con la capacidad para errar el blanco. Porque todo llega, y de igual manera que tarde o temprano es de suponer que David Fincher, Christopher Nolan o James Cameron serán capaces de hacer una película indigna del nombre que les han otorgado sus mejores trabajos, día al que temo más que al de mi propia muerte (algo que, personalmente, no sé muy bien cómo tomármelo), Pixar ofrece con esta 'Cars 2' y por primera vez una producción que no le saca brillo alguno al nombre de la compañía, si acaso le quita un poco el polvo, y donde la calidad de la propuesta se antoja escasa para ser merecedora de verse precedida del icónico logo del Flexo.
No es que Pixar no se merezca revalidar ese Oscar a la mejor película de animación que le suelen tallar a la medida (ni ese puesto casi vitalicio en la final de nuestra Copa de Cine), es que es muy posible que ni se merezca siquiera la nominación, algo que dependerá más de la aportación de sus rivales y no de ella, lo que tras cuatro y excelentes largometrajes merecedores de a cuantos premios pudieran optar, curiosamente los cuatro que separan a 'Cars 2' de su original, se antoja fundamento suficiente como dar forma a la palabra decepción, incluso a pesar de que ni las expectativas (ni tal vez las intenciones) eran las más halagüeñas. Pixar acomete con esta secuela la que es sin duda su peor película; la peor, que no por ello necesariamente una mala película, que ya quisieran otros alcanzar al menos este nivel... pero tampoco necesariamente buena, no al menos sin una matización que en otros títulos de la factoría hubiera podido ser tomada incluso como una invitación a ser atropellado con un coche de verdad...
El principal problema que padece 'Cars 2', en realidad, no tiene que ver directamente con que sea una buena o mala película, sino que por primera vez en mucho tiempo, pongamos que desde los tiempos de 'Bichos', Pixar parece que ha hecho una película... de animación, y no una película... a secas. ¿Y esto que es lo que significa? Pues que si bien 'Cars 2' puede ser una cinta muy apreciable por momentos, entretenida en suma, repleta de guiños y detalles, divertida a ratos y visualmente muy atractiva esta no es capaz de transcender más allá del pixel para impregnar de emoción, sentimiento y alma a lo que se proyecta en pantalla que, además, carece de la cohesión dramática que aporta un férreo y sólido libreto, derivando en una narrativa un tanto difusa. Así de sencillo, a la cinta parece que le falta corazón y le sobra técnica, un cóctel agitado y no revuelto que visto en la copa puede que no desentone pero que deja un regusto amargo en la garganta y una inquietante duda por el camino que parece insertada por el mismísimo Dom Cobb: si 'Cars' es su película menos taquillera pero la más rentable desde el punto de vista del merchandising -y decir que por mucho sería quedarse corto- , ¿acaso no se habrá rendido Pixar a esos valores que con la ayuda de la piratería hacen del Hollywood actual un lugar cada vez menos hospitalario para lo que comunmente se conoce como "el séptimo arte"?Así dicho, 'Cars 2' podría valer como una buena película de Blue Sky Studios o DreamWorks Animation, compañías más curtidas en la eficiencia que en la calidad, en lo que vendría a ser salvando las distancias una especie de 'Rio' con coches, por citar una de las últimas y que de tan correctas serán correctamente olvidadas en tres, dos, uno... pero hablamos de Pixar, de la misma compañía que en los últimos años ha sido responsable de 'Ratatouille', 'Wall-E' o 'Toy Story 3', tres grandes películas que no necesitaban de la animación para ser grandes -ni para grabarse a fuego en el corazón cinéfilo de unos que no son precisamente pocos-, algo de lo que 'Cars 2' depende para ser vista, aceptada como una opción válida y en buena medida disfrutada de alguna manera. Eso marca inequívocamente el devenir, el enfoque y la puesta en escena de un film que se torna algo más infantil y menos ese para todos los públicos que venía siendo habitual en la casa, una producción particularmente ligera, irregular y un tanto intrascendente que carece de la solidez dramática e incluso narrativa de la que hacen gala gran parte de las producciones de la casa, algo que sin duda observamos en un guión un tanto difuso y más centrado en la acción que no acaba por centrar su eje dramático, pretendiendo que este sea la amistad entre Rayo y Mate -algo que chirría y no termina por funcionar- pero perdiéndose en ese cruce que resulta finalmente entre "una de James Bond" (la mejor y más efectiva de sus partes), una pelicula de animación tradicional (moraleja y demás incluídas y subrayadas) y una versión internacional de una película tipo "Días de trueno" (y que es la parte más convencional del relato).
'Cars 2' no es perfecta, y no cabe duda de que en gran medida es víctima de la aparente perfección de la que sí hacen gala los títulos que la preceden, una comparación en la que sale perdiendo especialmente en cuanto a guión, solidez argumental y estructura narrativa se refiere, no así en otros factores como en su extraordinaria calidad técnica, el hábil empleo de las tres dimensiones, sus vibrantes escenas de acción o en su aprecio por los detalles, salpicando su metraje de constantes elementos con los que desviar la atención, expresión si tenemos en cuenta que es más la suma de una colección de escenas que un relato entero de principio a fin. ¿Suficiente? Ni si ni no, pues aunque a los puntos sale vencedora tampoco cabe duda de que la sensación post-créditos no es equiparable ni tan siquiera aproximada a lo que nos tiene acostumbrados Pixar, pues lo que representa 'Cars 2' no es más que una blanda, evidente y modélica cinta de animación muy bien hecha para todos los públicos, algo mejor que la media pero igualmente digna del tres, dos, uno y me olvido... si no fuera porque a mi niño le ha dado por pedirse un Rayo McQueen para las navidades, y ese tipo de efectos colaterales. Y eso los que tenga algún retoño, que los demás igual encuentran en otra opción un mejor garaje en el que meter el coche.
Precedido del simpático (pero igualmente intrascendente) cortometraje inspirado en la franquicia de 'Toy Story', y para terminar, un resultado tan marcado y obvio que tal vez no sea algo ni fortuito ni casual, habida cuenta de que las escasas perspectivas que suscita una secuela del que está considerado como el filme que menos entusiasmo levanta entre los fans (a pesar de que gana con cada visionado y su primera media hora es SOBERBIA), podría haber invitado a Pixar a tomarse un descanso creativo, levantar el pedal y simplemente regalarles a los más pequeños una producción que se ajuste a ellos (sin por ello hacer creer a los padres que han tirado el dinero a la basura), y tal -sólo tal vez- el año próximo compensar a los adultos con ese 'Brave' cuyo téaser se intuye el reverso tenebroso de esta tan bienintencionada producción animada de siete letras. Vale que el cine de animación producido en Estados Unidos no se reduce solo al gestado en el seno de Pixar, y si bien parcialmente satisfecho uno no puede evitar sentir cierta lástima ante el primer indicio de que la compañía a la que muy pocos han sabido hacerle sombra tampoco es infalible. Pocas compañías pueden vanagloriarse de disponer en su catálogo de productos de la calidad de 'Buscando a Nemo', 'Los increíbles', 'Ratatouille', 'Wall-E' o 'Toy Story 3', un catálogo en el que 'Cars 2' no tiene cabida y un pequeño traspiés al que otros llamarían 'Gru, mi villano favorito' o algo parecido. Es lo que tiene ser muy bueno, que a la mínima se te echan a la yugular...
Nota: 7.0
por Juan Pairet Iglesias
Mi nota : 7/10
Me ha extrañado el papel secundario al que en mi opinión han pasado McQueen y otros protagonistas de la primera entrega como Sally, aunque el simpático Mate tampoco desmerece.
Por lo demás, acción, velocidad, espionaje y algunas dosis de humor. Sin duda, vale la pena.
Nota: 7.
+1
Y ayer me quedé enganchado viéndola (y disfrutándola) sin tener a mi sobrino al lado.
Le doy un 5.