'Astérix y Obélix: El Reino Medio' - Los inanimados galos
No sé por qué siguen haciendo películas en acción real de Astérix y Obélix cuando está más que comprobado que sólo merecen la pena las de animación, ya sea en 2D o en 3D. Van cinco si mis cuentas no me fallan, y lo que gracias a la animación se presenta muy vivo en carne y hueso resulta... justo lo contrario, inanimado. Tan poco fresco como el pescado de Ordenalfabetix, vaya.
La primera, aunque sólo fuera por la novedad, no estaba mal. Y la segunda se salva gracias a la presencia delante y detrás de la cámara de Alain Chabat. Pero a partir de ahí... muchos nombres y medios puestos al servicio de una vaga y acomodada expresión comercial: la obra de René Goscinny y Albert Uderzo, reducida y limitada a su más aburrida, hueca y cansina versión.
Como las de Torrente a partir de la tercera, cine de explotación cuya insistencia escasamente creativa acaba con la gracia que pudiera tener. A los 10 minutos el chiste ya agota, y aún quedan 100 más. Está claro que para Guillaume Canet y Gilles Lellouche hacer de Astérix y Obélix debe ser como un sueño, pero para el espectador es un capricho que no se sostiene por sí mismo.
Y es que ese es quizá el principal problema tanto de 'Astérix y Obélix: El Reino Medio' como de otras producciones por el estilo: parece que basta con la inercia de un material original del que sólo se extrae una representación mecánica, rutinaria y elemental de su humor. "Por sí misma" la película es incapaz de defenderse, estando a completa merced de una para ella odiosa comparación.
Dicho de otra manera, ¿para qué esta película si ya tenemos los cómics? ¿O las de animación, ya sea en 2D o en 3D? Lo de 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón' fue un milagro y una excepción. Los "tebeos" como los de Mortadelo o Astérix poseen una expresión plástica muy difícil de emular y vigorizar en acción real, aún más si en lugar de ganas tan sólo te pones tú (y a tus amigos).
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex