'American Pastoral (Pastoral americana)' - Cooorrecto
A Ewan McGregor le queda mucho por aprender. Al menos como director, si es que vuelve a ejercer algún día como tal y su paso por la silla de aquel que dicen que realiza, poco relevante y con alma de anécdota cabe añadir, no ha sido más que un escarceo furtivo con el que quitarse de encima la sombra de una duda... o de un capricho... o de un deber como intérprete que le ayude a conocer "a ese enemigo" que le maneja como una marioneta.
Sea lo que fuera, la 'Pastoral americana' de Philip Roth se le ha quedado grande a quién, como tantos otros, no parece haber forzado lo más mínimo en su incursión, primera o última, tras las cámaras. Con cuidado, y que no se rompa, que no vayan a decir que he sido yo. Una cinta correcta en todos los frentes, extremadamente correcta y con un acabado formal inmaculado, correctísimo, pero a la que le falta vida y/o cualquiera de sus sinónimos.
McGregor apenas consigue rascar en la superficie de la historia de cómo el sueño americano acabó con la leyenda de Seymour Levov, alias "el Sueco". Una versión timorata de un clásico americano al que, a pesar de sus buenos modales, no le hace justicia. La extrema corrección de quién representa un texto, más no acierta, no sabe (o no le interesa) leer entre líneas que es, básicamente, lo que se pierde en su transliteración de un medio al otro.
Puede que no sea la mejor ópera prima que uno pueda ver... de hecho, puede no ser más que una, única incursión que no adelante la posibilidad de que McGregor se baje de la moto para sentarse en la silla, tanto por ganas como por talento (visto lo visto). Pero nos sirve al menos, visto lo bien visto, y porque de entre lo correcto siempre hay algo para ver, para comprobar que Jennifer Connelly ha debido de hacer algún tipo de pacto con el diablo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
La pobre tuvo que aceptar una de las peores pelis que he visto en mi vida que fue la nueva versión (y horripilante) de Ultimatum a la Tierra
Eso es. Evidentemente los años pasan para todos... pero para ella parece que no pasan igual. Lo mismo que ocurre por ejemplo con Robin Wright.