No es la primera vez que Baltasar Kormákur se enfrenta a una película que asegura estar "basada en hechos reales". Y tampoco es la primera vez que sobrevive a dicho enfrentamiento. Tras 'Lo profundo' y 'Everest' el islandés más conocido del mundo -con permiso de Rurik Gislason- vuelve a cumplir sobradamente con este relato "basada en hechos reales" que, tirando del más evidente y tentador juego de palabras posible, se mantiene a flote de principio a fin.

Y eso que no es fácil. Una película "basada en hechos reales" es una hoja de doble filo que por más que se abuse de ello, sus probabilidades de éxito diría que no pasan de 50/50, por redondear (y porque lo digo yo, va). Más cuando como es en este caso, hablamos de una historia en la que dos personajes se encuentran a solas y aislados durante al menos 60 minutos de metraje (de un total de 90), en una circunstancia por otro lado muy bien resuelta por la película...

Esto último es de hecho la principal diferencia respecto a aquella 'Cuando todo está perdido' que Robert Redford tuvo que afrontar completamente solo. Y es además lo que la acaba convirtiendo en un drama romántico antes que en un thriller de supervivencia como el realizado por J. C. Chandor en 2013. Y visto así, funciona con la eficiencia de un convincente "basado en hechos reales" que, de nuevo dejándose llevar por la tentación, llega a puerto sin hacer aguas.

'A la deriva' es una película bonita, solvente y eficaz, no tan redonda como 'Everest' pero que al igual que esta, sorprende por un desarrollo que no juega a sorprender, sino a construir un relato en dónde la acción queda supeditada a lo emocional. Y gracias a la complicidad de una Shailene Woodley en esta ocasión poco "divergente" (...) para con la causa, funciona a la perfección apoyada en esa modestia de quién más que haciendo una película te está contando una historia.

Que ya esté basada en hechos reales da lo mismo, que lo importante sigue siendo lo mismo (en casos así): Que parezca y/o sea creíble como ficción, como lo es 'A la deriva'. Como también da igual que sea la enésima "basada en hechos reales" que termine recalcando por palabra lo mismo que en teoría te ha estado contado con imágenes, así como mostrándote imágenes de "la historia de verdad". Porque claro, está "basada en hechos reales"... y eso, ¿no?.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex