Pensar por instante en el cine de animación de corte infantil y familiar más actual ¿Ya? ¿Qué películas te vienen a la cabeza? Exactamente, Pixar, Disney y sus respectivos éxitos anuales. Animación digital en definitiva. Por un lado, es lógico que este tipo de cine mayoritario haya copado casi la totalidad de los estrenos de animación infantil. Es un cine ágil, vistoso, efectivo y muy actual y si a eso le añadimos el 3D pues ya tenemos la mezcla perfecta para pasar una tarde de cine con los más pequeños. Y no es que desprecie este tipo de cine, ni mucho menos, existen grandes películas, incluso algunas las contaría entre mis favoritas en cuanto a cine actual se refiere, mucho mejores y más adecuadas en algunos casos. Allá por 1995 se estrenó Toy Story, la primera película animada completamente digitalmente, una obra maestra de la animación se mire por donde se mire y con ella se abrió la veda. Desde entonces, no han dejado de estrenarse verdaderas joyas de la animación. No obstante, nadie ni nada, al menos en mi caso, podrá sustituir de mi mente cinéfila los grandes clásicos de animación tradicional en 2D. Básicamente, Zarafa es todo aquello que echaba de menos en una película de animación actual. No hay 3D, ni animación digital, no hay florituras estéticas, aunque contiene una de las mejores animaciones que he visto últimamente. Sencilla, directa y llena de vida.Dejando de lado el debate sobre la animación moderna y volviendo (o empezando) con la película, en primer lugar hay que resaltar dos cosas. La primera de ellas es la dirección. Para los más profanos en cine francés, Rémi Bezançon ha firmado algunos títulos bastante interesantes a lo largo de estos últimos años. Todos ellos miradas renovadas y muy francesas sobre las relaciones de pareja, la familia y diversos problemas generacionales. La última, Un Heureux Événement, con una sensacional Louise Bourgoin, quizá no sea su mejor película, pero a nivel narrativo y formal, sí que la considero la más madura. Y lo cierto es que después de esta película, esperaba con ansia otro acertado retrato familiar, por eso me sorprendí cuando vi que lo próximo que tenía en mente era una película de animación infantil. Sin duda, una interesante vuelta de tuerca y una experiencia que espero tenga recompensa en futuros proyectos. El otro nombre que aparece en el apartado de la dirección es Jean-Christophe Lie, un veterano en la animación, aunque nunca había tenido ningún proyecto bajo su dirección, salvo un corto animado realizado en 2009 llamado L'homme à la Gordini, con el que ganó en el Festival de Annecy en las categorías de Mejor primer trabajo y Premio del jurado joven. Sin duda, un interesante tándem del que, como no, ha salido una película bastante interesante.
Zarafa cuanta la historia de Maki, un joven de 10 años que escapa de un esclavista y furtivo huyendo de él, Maki entabla una entrañable amistad con una jirafa huérfana, Zarafa. No obstante, la jirafa, en cierto modo ya tenía escrito su destino, pues pronto, ella y Maki, conocerán al beduino Hassan, que tiene por encargo encontrar una jirafa joven para llevarla al Pachá de Alejandría para que a su vez éste la entregue como regalo al Rey de Francia, un regalo interesado para intentar convencer a los franceses de que los ayuden a enfrentarse a los turcos. A priori un argumento interesante, simple. La película se estructura en torno a las aventuras de Maki y Hassan desde Alejandría a Francia para llevar a Zarafa a su nuevo hogar. Otros personajes que intervienen en esta aventura son: el aeronauta Malaterre, las vacas Mounh y Sounh, el pirata Bouboulina. Un grupo variado y nutrido de personajes, que si bien aportan algo puntualmente, en general son bastante simples. Se podría haber perfilado algo más este aspecto, pues sólo Maki y Hassan son personajes que verdaderamente están bien explotados.
La aventura de estos personajes nos traslada desde el continente africano hacia una Europa que les resulta extraña, un continente lleno de peligros. Un continente que difícilmente los aceptará como suyos. Es aquí cuando se plantean los conflictos principales de la película. El valor de la amistad, la muerte, el sentido de la vida… Son temas retratados con bastante acierto, aunque a veces resultan un tanto maniqueos, es una mirada acertada, sobre todo para los niños que la vean, que fácilmente pueden asociar acontecimientos de la película a situaciones cercanas a ellos en su temprana edad. Quizá sea el punto más interesante de la película, la reflexión, aunque bastante liviana, no peca de simple y es donde se vislumbra el verdadero motivo de la película.
Pero, sin duda, Zarafa tiene en su mejor baza la elaborada caligrafía visual de la que hace gala en todo el film. Un 2D tradicional muy cuidado, lleno de detalles y de excelente factura. Los personajes tienen vida propia, atributos definidos. El movimiento está bien captado, la atmósfera y los decorados no pecan de simples y repetitivos. Todo está enfocado a que la aventura transcontinental de nuestros protagonistas sea realista. No hace falta un 3D y una animación digital revolucionaria para trasmitir algo. Zarafa consigue su loable propósito desde la sencillez y la humildad de una historia que, sin duda, merece la pena ser contada.
Nota:
6,5
Por Ángel Morales Molina
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