'X-Men: Días del futuro pasado' - Quien mucho abarca... poco muta
El refranero castellano es tan rico que en multitud de ocasiones nos permite el lujo de ser perezosos. Fácil y sencillo, por más que los entendidos en la maña de escribir aconsejen no abusar de las frases hechas. Pero como no lo somos podemos ser libres de creer que siempre hay uno para cada momento, la excusa perfecta para que de igual manera que una figurita de Lego podamos tirar de manual sin mayores complicaciones. Porque todo está dicho salvo lo que no está dicho, efectivamente, y del dicho al hecho hay un trecho, el mismo donde se queda parte de esta 'X-Men: Días del futuro pasado' por culpa de una ambición demasiado condicionada por las deudas contraídas por el camino. Ya se sabe, quien mucho aprieta poco abarca... ¿O era al revés?
Poca duda cabe: El tráiler de 'X-Men: Días del futuro pasado' es muy bueno. Incluso demasiado para perjuicio de la propia película. No por ser un virtual resumen con los mejores fotogramas -como pasa demasiado a menudo-, sino porque es capaz de conseguir lo que la película no es capaz de conseguir: emocionar. Siempre resulta más fácil prometer que cumplir una promesa, en especial una tan basta como a la que se encomienda esta en palabras de Bryan Singer "intercuela" (por si cuela). De igual manera que lo que decían algunos que le ocurría a 'The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro' pero en este caso de verdad (de la buena), esta nueva entrega mutante es una amalgama a la que la acumulación de personajes, situaciones, efectos, compromisos, guiños y demás le presionan el tórax de tal forma que no la dejan respirar con soltura y comodidad. Lo dicho, quien mucho abarca poco aprieta. Fácil y sencillo. O cuando la sencillez del primer filme no tiene cabida en un mundo en el que ya no hay pequeñas batallitas del día a día.
'X-Men: Días del futuro pasado' es algo parecido a un monstruo que se devora a sí mismo, una ciudadela tan grande y poblada que resulta prácticamente indomable en su ingobernabilidad. Y sigue creciendo, siempre MÁS GRANDE y en formato megahit, en base a la acumulación de unos cuantos cameos largos (los mutantes del futuro) o la presencia caprichosa de otros tantos, la de un por ejemplo Mercurio que tan pronto es apto para liberar a uno -la mejor secuencia de la película- como tan pronto es castigado a ver el clímax por televisión. Una arquitectura conceptual ante la que su narración se muestra impotente, intimidada, incapaz de encauzar con fluidez una historia que funciona a jirones, a impulsos. Encima y por si fuera poco repartiendo su tiempo en dos líneas temporales, todo un ejercicio de funambulismo cinematográfico del que Synger sale airoso aunque el sabor de la victoria se quede lejos de sus labios. Retira la paja, que todo es chicha. Pero la chicha sin paja sólo es chicha.
Esta interpretación del original de Chris Claremont, John Byrne y Terry Austin -que no adaptación (evidente ante el cambio de protagonista)- viene a ser un rompe-taquillas de diseño construido a la vera del fan y ensamblado en una cadena de montaje. Le falta frescura, espontaneidad y fluidez, tres ingredientes presentes en la que aún sigue siendo la mejor de la franquicia, 'X-Men: Primera generación'. Y también un guión que una en paz y armonía a buenos y malos de forma realmente convincente más allá de la presencia en escena de un humano con pinta de mutante. Un producto irregular diseñado cual plan de batalla que si funciona, que si se gana el pulgar hacia arriba, es porque su irregularidad encierra a la vuelta de la esquina y en cualquier momento un gag divertido, un efecto especial molón, un guiño de caballero o un retruque afortunado. El talento aunque intermitente y oculto bajo el manto del blockbuster al servicio de la taquilla esta presente, y en cualquier momento.
Porque aún a pesar de los pesares, aún a pesar de que parezca que pueda estar dándole cera nada más lejos de mi intención, uno sale contento y satisfecho de la sala de cine en la que se haya proyectado la cinta, más aún tras la inevitable escena post-créditos con la que firma la Marvel (aunque produzca la Fox). Otra promesa, una vez más (y van...): El principal hándicap de 'X-Men: Días del futuro pasado' es que sólo está bien, siendo que su acumulación de elementos provoca un colapso de unas emociones a las que, sencillamente, no les dan tiempo de mutar. Quien mucho abarca poco aprieta. Fácil y sencillo. Y al final de tan fácil y sencillo que se acaba recurriendo a lo de siempre, a las garras de Lobezno y a la malicia de Magneto. Y con ello a una ligera sensación a déjà vu, la que produce una criatura que no da ningún paso a hacia delante dentro de la escala evolutiva, y que aunque satisfactoria dilapida el potencial de un material con muchas posibilidades de futuro... que se acaban quedando en el pasado.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Muy de acuerdo con lo dicho por feno, en cierto modo me ha defraudado. Entre las cosas que no me han gustado destacaría el papel de Lobezno, un quiero y no puedo muy alejando a lo que nos tiene acostumbrados. Demasiados minutos en pantalla para tener una presencia que podríamos decir es testimonial. Por no hablar de Dinklage, un villano ficticio y totalmente desaprovechado. Y no es lo único desaprovechado. Hay mutantes desaprovechados, centinelas desaprovechados y hasta la historia está desaprovechada. No me olvido de la acción, algo imperdonable en esta franquicia ya que sólo la escena con Quicksilver me ha gustado especialmente.
Un paso atrás. Nota: 6.
Pocos fallos se le pueden achacar, es un blockbuster bien hecho en todos los sentidos y un film altamente entretenido, pero por sacarle "peros" que justifiquen ser menos notable que alguna otra de la saga, quizá diría 1. que tiene algunos momentos un tanto exagerados, 2. que aunque entiendo que sea su rol en esta y ya tengas empatía con ellos de las anteriores, veo demasiado débiles y con poca presencia a los todopoderosos Charles y Magneto y 3. que el guión está bien pero quizá es poco arriesgado y predecible.
Un 6'3
Es cierto, muy buena, entretenida, Bryan Singer mejoró mucho después del traspié estrepitoso con Superman returns (con James Mardsen incluido, por cierto); pareciera que está más a gusto con las historias de Marvel. Logró llevar con éxito una historia compleja. Más o menos es continuidad de las anteriores.
Es cierto también que Wolverine aparece en casi toda la película a manera de protagonista pese a que es el vehículo o el encargado de ir y venir en el tiempo.
Cierto que también son protagonistas los viejos Magneto y Xavier junto con Mystique, pero el hecho es que Wolverine sale más tiempo, hasta está al frente en los carteles.
Por su puesto, la escena con Quicksilver es la que llama la atención. No sé porqué pero recordé a Over the Hedge con la escena de Hammy y la comida chatarra. Podría ser un poco más original Bryan Singer, creo que no quiso quedarse atrás o le pareció buena idea eso de "que voy tan rápido que todo lo demás se ve como si no se moviera". Además, ¿Alguien ha sentido la ropa cuando se va a toda velocidad? por ejemplo en una motocicleta, una lancha de motor o un auto descapotado?, alguien se ha puesto desabrochada una chaqueta en esas condiciones?, qué pasa con el cabello largo a esa velocidad? Por algo los patinadores de velocidad tienen un aspecto más parecido a Flash el de DC comics, quienes espero por cierto, que lo presenten con un traje, digamos apropiado. Sin embargo, en la presentación de Quicksilver en el comic Avengers, hace muchísimos años, esa era la idea que tenían los argumentistas y dibujantes: Quicksilver corre por la calle tan rápido que rodea los autos en las avenidas una y otra vez como si estuvieran estacionados. Además creo que faltó algo importante que relaciona a Quicksilver con Magneto. Pero no lo voy a mencionar.
Creo que Xavier ya estaba paralítico desde First class, pero en Días del futuro pasado, no solo camina, también corre y salta. ...maravillas del celuloide.
Creo que Trask tenía otro aspecto en X-men, como unos cuantos centímetros más, menos cabello y creo que otro color de piel.
Pese a que me gustó como película, me parece cargada de melancolía, especialmente en las escenas finales.
Me siguió flipando mucho, en general todas las de los x-men me encantan
Spoiler
Recuerdo ver el tráiler de 'X-Men: Días del futuro pasado' en la sala de cine y me pareció interesante la idea del cruce entre antigua y nueva franquicia, pero no fui, y aún no soy, fan de los personajes mutantes y no pensé en verla.
Con el visionado de la franquicia ese interés ya se plasmó en un visionado, un visionado bueno, pero no de los mejores de los X-Men, a pesar del retorno de Bryan Singer, un Singer que aquí deja de lado la personalidad (salvo alguna cosa, como diría un antiguo presidente del gobierno español y mucho español) para pasar buena parte de la cinta con acción.
Y no quiero que se malinterprete, la acción de la película está bien hecha y sentí no ver escenas de acción del montón, aunque eché de menos la personalidad de las dos primeras entregas y el de 'Primera generación'. No obstante, la idea de los viajes en el tiempo consigue plasmarse casi con éxito teniendo secuencias que muestran el potencial del guión, aunque no se aprovecha al 100%.
Como dije en mi crítica de 'Primera generación', es una pena que Matthew Vaughn no diera el paso para dirigir esta cinta, a saber hasta donde podría haberla llevado; el regreso de Bryan Singer fue una buena noticia, aunque aquí le pasa como al filme, tiene cosas buenas, pero no da todo lo que tiene.
Si todo hubiese sido como el tramo de Quicksilver (un Quicksilver con más gancho que su homónimo en chándal de 'Vengadores: La era de Ultrón'), seguramente no estaría escribiendo estas palabras, pero en la realidad no se puede viajar en el tiempo y cambiar la cinta. Es lo que hay.
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