'Tenemos que hablar' - Espagueti con tomate
¿O qué entendemos qué es una comedia romántica?
¿O qué entendemos que debería de ser?
¿A quién no le gusta un buen plato de espagueti con tomate?
Por lo general, escribir sobre una comedia romántica suele ser algo bastante aburrido. Ahora mismo al menos así me lo parece. Posiblemente, una de las cosas más aburridas sobre las que escribir. Ya la sola idea de ponerse a escribir sobre el tema resulta aburrida. No digamos ponernos a ello. Y encima, también, es una de las más inútiles pues, posiblemente, dentro del ámbito de lo cinematográfico, sea una de las cosas dónde más irrelevante resulta. Al menos, cuando hablamos de la comedia romántica moderna. Porque una comedia romántica (moderna) vendría a ser como un plato de espagueti con tomate: muy mal tienen que estar hechos como para que no nos los comamos (con gusto).
No es el caso de 'Tenemos que hablar', un plato de espagueti con tomate lo suficientemente bien hecho para que entre tan bien como tan bien puede entrar un plato de espagueti con tomate. Algo ligero y sin complicaciones, para cumplir a la manera que se cumple con un plato de espagueti con tomate... aunque podamos echar de menos un huevo frito, algo de queso rallado o un poquito de choricito rico, rico. O en términos cinematográficos, ya que estamos, una comedia romántica muy digna que cumple religiosamente su cometido como comedia romántica (sin más). Esto es, ni mucho ni poco: lo oportuno, lo necesario, lo suficiente como para superar la prueba del cepillo de dientes.
¿Qué es una comedia romántica? ¿O qué entendemos qué es una comedia romántica? ¿O qué entendemos que debería de ser? ¿A quién no le gusta un buen plato de espagueti con tomate? Más o menos algo similar a lo que propone con humildad, sencillez y sobre todo en menos de 90 minutos 'Tenemos que hablar'. Por valer, vale por y para lo que vale. Así que por valer... vale y nos debería de valer siempre que aceptemos, de antemano, que se trata de un plato de espagueti con tomate. Simplemente, sin más fundamento ni ningún otro aderezo que hagan de ella algo particularmente especial, si bien, tampoco, lo más importante, ningún ingrediente que puedan hacer de ella un plato eminentemente indigesto.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 6.
Y digo más o menos porque cuando una película es predecible en historia general y en todas las escenas en particular, se puede hacer un poco cargante. Si le sumas la historia tópica en la que una mentira piadosa causada por un malentendido se va haciendo más gorda hasta la inevitable aclaración final, le añades la también típica historia del novio de toda la vida en momentos bajos con ella teniendo un nuevo novio que lo crean ya para que empatices poco y el final te resulte más "es que estaba destinado", le pones ingredientes sobre la crisis económica, tan de moda en tantísimas pelis patrias y tan reguleramente metido casi siempre....pues es difícil que te salga una comedia romántica reseñable. El reparto está bien, aunque a veces forzado, igual que algunos gags que no funcionan. Lo mejor los secundarios, un Ernesto Sevilla haciendo de Ernesto Sevilla y una como siempre encantadora Belén Cuesta, aunque trabaja tanto que la quemarán y encasillarán a este paso.
Leyéndome, parece que me he levantado más amargado que Boyero, pero no todo es malo. La peli al final aprueba, aunque sea por los pelos. Y siempre nos quedará volver a ver 'Kiki'.