Selma - Basada en ecos reales
Hay algo más molesto que se te vea el plumero con descaro, y es que se te vea el plumero con un "basado en hechos reales" por delante. 'Selma' es de este tipo de películas en las que parece que no se cuenta una historia, sino que se irradia una doctrina con un trazo tan grueso como para ser los ensordecedores ecos del NO-DO. O a lo mejor sólo soy yo y mis prejuicios que me hacen ver lo que me hacen ver, como los de quiénes ven 'El francotirador' o 'Starship Troopers' auto convenciéndose que son películas fascistas.
El "basado en hechos reales" siempre ha sido muy peligroso.
Se tiende a creer, detrás de las cámaras, que por el mero hecho de "estar basado en hechos reales" se otorga una credibilidad que no tiene por qué ser. Como si fueran los Globos de Oro, que parece que tienen algún valor artístico cuando en realidad se trata únicamente de aparecer bien vestido y sonriente en una foto.
Se tiende a creer, delante de las cámaras, que por el mero hecho de "estar basado en hechos reales" se otorga una veracidad que no tiene por qué ser. Como si fueran las noticias del telediario, que parece que informan siempre con rigor cuando en realidad todos flaquean cuando se trata de la mano que les da de comer.
Somos adultos los que lo seamos (aunque sea sólo a jornada parcial), y como tales se nos supone suficientemente coherentes como para asumir que esto, en verdad, también ocurre con nuestra propia versión "basada en nuestros hechos"... reales o ficticios. Como quien recuerda una noche de copas aliñada con alcohol de garrafa. Y a decir verdad desconozco los pormenores de los hechos reales que ocurrieron en 'Selma' más allá del titular que se pueda leer por ahí que, para el caso, perfectamente podría estar igual de sesgado que referirse a la Corona de Aragón por otro nombre que no sea el suyo propio. Por no mencionar que lo que nos llega no deja de ser, en líneas generales, la visión de unos sobre la opinión de otros muchos... que a saber si eran, también, de los de la garrafa.
Por lo tanto, y he aquí el motivo de esta chapa, cuando hablamos de un filme como 'Selma' hablamos de una interpretación. Y cómo tal es libre de ser manipulada a conveniencia... o no, que a todos se nos puede ir la mano. Es posible que, en ese sentido, 'Selma' vaya dirigida preferentemente a una comunidad de la que no formo parte, y por tanto no reaccione con la misma emoción que dicha comunidad ante ella. La veo simplemente como película, sin mezclar churras con merinas como tan habitual suele ser en estos casos en los que, siempre, hay quién confunde el contenido con el continente y recurre a la conciencia en vez de a una sala de cine. En fin, muchas vueltas y de momento poco o nada... como 'Selma', que casualidad.
El mensaje de 'Selma' lo tenemos claro. Como claro está que lo sucedido hace 50 años tiene su valor... el cual no tiene por qué tener la película como tal. La directora Ava DuVernay tira de alevosía antes que de manual, y sin demasiado brío evita las peleas que pongan en duda la victoria moral de su versión. Todo resulta demasiado "blanco" y "apalizado" como para que se genere un verdadero conflicto dramático, una duda que haga que el valor a resaltar reluzca con el contraste. Si un héroe lo es en función del enemigo al que vencer, el Martin Luther King de 'Selma' no tiene mayor enemigo que a sí mismo. Como pasarse las fases de un videojuego tirando de trucos a la mínima complicación, y en dónde sólo la a buen seguro sentida interpretación de David Oyelowo se emancipa vagamente del collage de fondo.
La película, así, nos retrotrae un poco a la absurda polémica surgida sobre 'El francotirador'. Es posible que así fuera como pasaron las cosas, o es posible que no. Da igual, se trata de una película, de dejarse al margen a uno mismo y a ver que se cuentan, que decir que 'Selma' es un panfleto política y moralmente superficial y sensacionalista no es sinónimo de nada más que de lo que es. Porque su empeño por jalonar su desarrollo con apuntes "registrados" -la mayoría circunstanciales- que subrayen el "basado en hechos reales" trae consigo, contrariamente y unido a su aséptica puesta en escena, la evidencia de su mensaje y el nulo desarrollo de personajes, la sensación palpable (acertada o no) de que lo demás ha sido convenientemente pulido (con alevosía). Pero no en el buen sentido... cinematográfico, no.
Nota: 4,0
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Su presencia parece un "trámite".
La historia es un derroche de fuerza y energía que tiene además el mérito de no estar politizada. Es por ello una película sincera, sin demagogia, cuyo único fin es mostrar las flagrantes injusticias acometidas contra los negros en una época difícil en los Estados Unidos. Tiene algún defecto, pero en general su rendimiento es notable tanto en la dirección como en el reparto y el apartado técnico.
Lo peor: Todavía hay camino por recorrer. Nota: 7,5.
Bueno es saberlo. Para mi tiene mensaje, pero no acierta con las maneras de transmitirlo creando una especie de efecto contrario. No, lo siento, no puedo aprobarla "por buena voluntad".
El Dr. Martin Luther King tuvo un sueño, un sueño donde la gente de raza negra no fuese discriminado por el color de su piel y tuviesen los mismos derechos que cualquiera. No pudo ver su obra completada del todo por su asesinato el 4 de abril de 1968, aunque ayudó bastante en vida a acabar con la ignorancia.
Al final el racismo no es más que ignorancia, ignorancia en creer que un color es mejor que otro y no ver que no es más que la biología actuando; esta película se centra más bien en los hechos que llevaron al Dr. King a Montgomery a luchar por la libertad de todas las personas de color, pero de fondo está esa cuestión, la ignorancia. Una de los defectos más peligrosos para una persona, sobre todo si quiere ser ignorante.
En lo que a 'Selma' respecta es un ejercicio de cine sólido, visualmente en su fotografía, localizaciones y vestuario es impecable y en actores, sobre todo su protagonista, está bien respaldado. El mayor defecto es plegarse demasiado a los hechos y dejar menos margen para destacar por sí misma. Artísticamente no será muy remarcable, salvo alguna cosa como diría el célebre Mariano Rajoy, pero lo poco que sí tiene en ese apartado más la lección de lo peligroso y dañino que puede ser la incultura emocional es bastante para salir adelante.
6