En primer lugar, ni soy un entusiasta de la saga ni la menosprecio con saña. Me he tragado las cinco entregas previas, y salvo la primera, del resto puedo decir que su decencia me ha entretenido con buena nota a lo largo de sus visionados. Dicho esto, regresa a nuestras pantallas tras lograr sortear al Ministerio de Cultura mediante la amputación de algunos de sus fotogramas la penúltima entrega de la franquicia ‘Saw’, la del año pasado, en lo que debiera haberse mantenido también en nuestro país como una tradición anual a la que en breve se la pondrá punto final con una última entrega servida a la moda (del 3D). Y para bien o para mal, dependiendo del gusto de cada uno, vuelve a presentarnos una vez más o menos lo mismo que ya hemos visto en los títulos precedentes, en una nueva vuelta de tuerca argumental que en nada tiene que envidiar a las piruetas narrativas de ‘Perdidos’.

Y es que después de seis capítulos la que ya es la saga de terror más taquillera de la historia, que por algo lo será, vuelve a presentarse como una apuesta segura a pesar del evidente desgaste que supone cada nueva entrega, una "vieja conocida" asentada en unas bases de sobra ya sabidas y que tan simple como que el agua moja, gustará a todos aquellos que han disfrutado con los títulos precedentes al mismo tiempo que disgustará a todos aquellos que han padecido alguna de sus secuelas: el título original, eso sí, dejémosle al margen como una producción independiente ya que al menos su factor sorpresa unido a la personalidad de su puesta en escena la elevan por encima de cualquier otro título posterior de la serie, los cuales no han hecho más que imitar las directrices impuestas por el 'boom' inicial, algo que por supuesto no se ha perdido en esta su por ahora última entrega.Es innegable el mérito de la saga en algunos aspectos, por mal que haga decirlo para algunos oídos. Cada nueva entrega mantiene prácticamente el nivel medio de la precedente mientras que continúa con cierto sentido la trama de la saga (que resista o no un análisis concienzudo, o que supere la incredulidad de la que haga gala cada cual, ahí ya no entro); y además, lo que es el plato fuerte de la función, las trampas, siguen siendo tan efectivas y válidas como el gol número 300 de cualquier jugador de fútbol. ‘Saw 6’ mantiene la tradición. El hecho de saber de antemano que te vas a encontrar, más o menos, puede ser tan bueno como malo: todos habréis ido al cine y todos habréis salido, alguna vez, decepcionado o sorprendido... 'Saw 6' en particular ni lo uno ni lo otro, al menos en su versión internacional "sin censura" que es la que llegó a los ojos de un servidor, aunque es de suponer el beneficio de la duda en favor de un respeto hacia la integridad artística de que los cambios en el montaje, en realidad, no difieran mucho de haber suprimido sin más cuatro gotas de sangre sin la necesidad de por ello variar sustancialmente las formas del relato tal y como se vió en el extranjero (o vía internet con subtítulos...).

Así pues, ‘Saw 6’ mantiene todos y cada uno de los elementos propios que han dotado de personalidad a la saga, sin que en ella encontremos una X que marque alguna diferencia sustancial con sus antecesoras. El factor riesgo es cero, el de la innovación salvo detalles no le anda a la zaga, aunque a favor habría que aplaudir sus falta de intenciones sin complejos: más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Y por eso mismo, ‘Saw 6’ es una producción tan decente como puedan ser las anteriores, y que a pesar de la reiteración sigue aguantando merced a su simpleza, igualmente disfrutable como cualquier otro decente pasatiempo e, incluso, por momentos, tan excelente (la tensión descargada en dosis aisladas) como en otros ridículo (su busqueda de una coherencia argumental ya forzada en demasía). Llega un punto en el que, la verdad, lo mejor es dejarse llevar por sus ajustados 90 minutos, muy disfrutables si uno deja de lado indagar en sus debilidades.

Para acabar, y siendo francos, al igual que los goles son al fútbol, las trampas lo son a ‘Saw 6’: fuera de eso, poco que rascar; y sobre gustos los colores y a cada cual con el suyo. ‘Saw 6’ es una más, tan buena o mala como las anteriores. Sincera y modesta, no es buena pero tampoco es mala, simplemente es una más, y a estas alturas nadie la puede acusar de otra cosa que no sea de cumplir con lo que ofrece, más no hay por qué pedírselo, ya que al fin y al cabo se ha ganado por derecho propio el tener su propia personalidad. Set y partido. Y en unos días, como quien dice, nuevo round en 3D.

Nota: 6.2

por Juan Pairet Iglesias