'Objetivo: La Casa Blanca' - Por favor, señora, no haga preguntas tontas
¿Se acuerdan de la Cannon, de su logo, de sus películas? Si la respuesta es sí y además guardan un buen recuerdo no tengan miedo de 'Objetivo: La Casa Blanca', porque para el caso es el tipo de producción que enorgullecería a esta compañía que Dios tenga en su gloria, y a la que una pareja de primos israelíes, los inolvidables Menahem Golan y Yoran Goblus, convirtieron en leyenda durante los años 80 gracias a la complicidad de "tíos duros" como Charles Bronson, Chuck Norris, Michael Dudikoff o Jean-Claude Van Damme. Y si la respuesta a la primera pregunta es un no... piensen, primero, que les pueden ir dando, y segundo, que lo nuevo del director de 'Training Day' no se trata de "una 'La jungla de cristal' en la Casa Blanca"; piensen más bien que se trata de "un 'Alerta máxima' en la Casa Blanca", con un Gerard Butler reafirmándose como el relevo natural de Steven Seagal.
Para quien quiera ser juzgado por crímenes de guerra y admita desconocer qué era la Cannon Films, decir que esta fue una productora y distribuidora independiente que los citados Golan y Goblus compraron a precio de saldo para, durante los años 80, producir cine de acción de bajo presupuesto y máximo oportunismo comercial. Un tipo de cine de evasión tremendamente simple, reaccionario, varonil y/o machista y sobre todo "muy americano" que en plena época Reagan hizo estragos principalmente en los videoclubs y sin el cual, muy posiblemente, la generación que conocimos los 80 seríamos incluso menos interesantes que aquellos espectadores que tienen a Tele 5 como buque insignia de su tiempo de ocio. Porque hasta los más cinéfilos se daban de ostias por ver cómo el coronel Braddock desaparecía en combate hasta tres veces, junto a John Rambo uno de los grandes superhéroes de carne y hueso de una época donde la corrección se escribía con sangre y los hombres no eran hombres, eran machotes.
No es de extrañar que uno de los productores de esta especie de versión refinada de 'Invasión USA', Avi Lerner, se iniciase en esto del cine precisamente a través de la compañía en la que además conoció a sus hoy socios en Millennium Films y Nu Image, las claras herederas del estilo, aspiraciones y expectativas de aquella (y que entre otras han patrocinado 'Los mercenarios 1 & 2'). 'Objetivo: La Casa Blanca' podría ser, expuesto de forma muy básica (y algo libre), una especie de puesta al día de aquel tipo de cine en el que un (norte)americano de pro salva a la bandera mientras esparrama sesos extranjeros con total impunidad moral digna de una condecoración. "Por favor señora, no haga preguntas tontas" exclama en un momento dado Gerard Butler, actor tan limitado como apto para el servicio de dar estopa a todo aquel que ose, lo dicho, poner en duda el estilo de vida (norte)americano, y que viene a ejemplarizar perfectamente lo que cabe esperar de un producto de esta (bienintencionada) calaña.
Ante todo hay que entender que estamos, por si no ha quedado claro, ante un filme muy "americano" (como anuncia su banda sonora desde el primer compás) sin que eso tenga que verse necesariamente como algo propagandístico. Simplemente que el "concepto" que Estados Unidos tiene de su Presidente, le hayan votado o no, es muy distinto del "concepto" que por ejemplo los españoles tenemos del nuestro, sea el de ahora, el de antes o cualquiera y con un argumento que trasladado a España sería como un concurso de la tele "y a ver quién aprieta antes el botón". Y está claro, el público objetivo es el público americano... del siglo XXI, ojo, ese ante el que hay que disimular y/o minimizar un poco algunos de sus tics más característicos como el evidente racismo ideológico o su misoginia (con Ashley Judd y Radha Mitchell de "anécdotas emocionales"), si bien se agradece el haber recuperado algo tan esencial para el género de la violencia como que los malos sangren al morir, aunque sea de forma tan educada.
'Objetivo: La Casa Blanca' viene a ser "una de acción" de serie B correcta en sus aspiraciones y eficaz en sus resultados, y a la que Antoine Fuqua aporta su habitual solvencia como realizador (piensen en 'Shooter'), un filme que aun sin caer en la burla no termina de tomarse en serio a sí mismo, como tampoco debemos hacer nosotros y como tampoco lo hacía 'Alerta máxima', un referente mucho más claro que el de 'La jungla de cristal' (por estar esta a un nivel claramente "distinto" y "superior" en todo). Por supuesto tiene sus incoherencias puestas al servicio de la patria, sus limitaciones como un producto "pequeño" que intenta no parecerlo (evidente en sus muy limitados CGI) y su ausencia de un suspense "real" por cuanto más o menos todo sigue el patrón habitual. El "por favor, señora, no haga preguntas tontas" resume una película en cuyo cartel no hay ni rastro del malo de la historia. Y eso, más allá de aquello que el filme pueda sugerir probablemente sin querer, es mucho más representativo que cualquier otra cosa.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
A su favor, la escena de tiroteos, me ha parecido bastante buena, pues tiroteos hay en muchas pelis y es dificil hacer lucir una escena de estas en una película. Y esta no será de sobresaliente, pero si cumple con notable, pues en muchas cintas, la pantalla se llena de disparos y apenas vemos unas gotas de sangre. En otras, el nivel de sangre es tan exagerado que pierde credibilidad, y en este sentido, creo que han sido bastante equilibrados, dando un nivel de caos y sangre seguramente lo más proximo a una masacre de este ende como el que se muestra en esta peli. Eso, y que los malos, tienen verdadera sangre fria, y ojo: Rematan a los que estan en el suelo. ¡Rematan! ¡Aleluya!
Tambien, lanza a su favor, me ha sorprendido el tema principal de la banda sonora, pues aunque tampoco es la rehostia, si que suenna muy resultona y agradecida. Y esto si que no me lo esperaba en una producción como esta.
De lo que carece, a nivel personal, es de un personaje con verdadero carisma, pues Butler cumple, pero ni fu ni fa, y si hablamos de carisma... pues poco o nada trasmite. Y esto es fundamental en una peli como esta, pues solo he de escribir Yupi da yei para pensar rápidamente en un personaje que dentro de unas cintas de parametros similares, queda en la memoria por su alto nivel de carisma. Aaron Eckhart, como presidente de los Estados Unidos tiene algo más de carisma que Gerald.
Y Morgan Freeman haciendo de Morgan Freeman: Presidente de los Estados Unidos de Ámerica... ¡en funciones! Uyyy! ¡Casi repite papel con Deep Impact!
Una duración inferior le hubiera sentado bastante bien a esta, pues por el último tercio se puede llegar a antojar un tanto larga.
Con sus pros y sus contras, no acaba estando mal.
6,25
Respecto al reparto, creo que todos cumplen su papel, quizá siendo Morgan Freeman el más convincente, pero no me termina de convencer ver a Gerard Butler imitando a John McClane. Y si hablamos de los malos, son lo bastante cabrones que se puede esperar.
Y hablando de las (múltiples) escenas de acción, la verdad es que están bien hechas, se nota la mano que tiene el director en rodarlas ya que, al igual que el compañero feno, las escenas de los tiroteos están bastante bien, sin embargo lo que me ha sorprendido es el nivel de sangre que hay, no es un festival, pero hay más que en otras producciones del mismo tipo.
Por eso y porque me ha entretenido bastante, le pongo la misma nota que en su ficha:
6
Spoiler
Que sea un británico, Gerardo Butler, quien tenga que salvarle el trasero a los americanitos
Por lo demás, tiene cosas muy bien hechas como la ya mencionada toma de la casa blanca y ver unos secundarios interesantes como Cole Hauser y McDermot.
Me gustó, buena película para un domingo en la tarde.