Es tan evidente que a buen seguro que el 75% de las críticas sobre 'Mascotas' incluyen, como mínimo, una mención a 'Toy Story'. Básicamente, porque si te cuentan que es un remake de la primera película realizada íntegramente mediante animación por ordenador, te lo crees sin pestañear. Claro que si, al mismo tiempo, te cuentan que han estado, no sé, meses trabajando en su desarrollo te echas a reír como con ninguno de los chistes de la película... básicamente, porque parece improvisada sobre la marcha durante un visionado ocasional de su presunto original.

Lo cierto es que acusar a una cinta de animación de "recordar a otra" es algo que, casi siempre, hay que coger con pinzas. Máxime cuando buena parte de las compañías que trabajan a gran escala en la materia lo hacen de manera tan cobarde, burda, conformista.... y por supuesto, pesetera como para que la creatividad se vea reducida a una ocasional ocurrencia a la hora del café. ¿Creatividad? 'Mascotas' es una muestra evidente en lo que, perfectamente, podría servir como ejemplo de ese maldito paradigma que reduce un filme animado a ser no más que un juguete para niños.

Este en verdad no sería el problema. El problema es la sensación de pereza que desprende, de que como es "para niños" cualquier cosa vale mientras ellos disfruten del blanco impoluto de un conejito que vive entre una basura incapaz de ensuciar su "cucabilidad" en ningún momento. Este detalle, en apariencia intrascendente, es una prueba evidente de la "credibilidad" de una cinta en dónde muchas cosas son "porque sí", porque "quedan bien" dando forma a una obra que si no fuera "para niños" despreciaríamos, probablemente, de la misma manera que despreciamos tan gratuitamente otras películas "no tan para niños".

Y dentro de todo esto lo peor no es que 'Mascotas' sea voluntariamente "poca cosa", es que es exactamente lo que sin verla ya sabes que es... algo que además hace recordando a infinidad de otras cintas de animación (que es posible que los menores de 10 años no recuerden haber visto...). Sólo concibo un relativo interés en su visionado por el nunca bien ponderado amor hacia los retoños, o bien por el nunca despreciable amor hacia tu propio animal de compañía, dejando con esto último una clara sensación a oportunista producto prefabricado a base de estudios de mercado.

No caerá en la tentación de mencionar a Pixar... sino a LAIKA, por aquello de que, independientemente de que sean mejores o peores, en sus producciones se atisba más mimo en un solo fotograma que en toda una película de Ilumination Entertainment. Bueno, y quién dice Ilumination quiere decir Chris Meledandri cuyo nombre es el que presenta la película (en sustitución del nombre de la compañía... ejem, ejem). No por casualidad Meledandri fue una de las piezas claves del asentamiento de Blue Sky Studios, compañía cuyo seno abandonó para gozar así de control total.

No por casualidad, porque 'Mascotas' remite a la misma pereza de por ejemplo 'Ice Age: El gran cataclismo' si bien con dos diferencias fundamentales para quién esto suscribe: que es una primera entrega que no puede valerse de las rentas pasadas, y que está ambientada en un mundo real que presuntamente se rige por reglas virtualmente parecidas a las del mundo... ¿real? Que 'Mascotas' puede "convencer" a su "público" es más que probable, cierto, pero también que a diferencia de lo que ocurre con una auténtica mascota en la vida real su recuerdo se perderá nada más llegar a casa y poner Clan TV.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex