'Los límites del control' - Lisa y llanamente, no cuela
Jim Jarmush es un autor de cierto nombre dentro del mundo del cine independiente con una larga carrera a sus espaldas. Sin embargo, admito desconocer por completo su obra, o al menos, no recuerdo haber visto anteriormente ninguna de sus películas ya que su cine nunca me había interesado y/o atraído. Y a la espera de comprobar como otros compañeros reaccionan ante esta su nueva película, a ver si repito con el visionado de algun otro título suyo o sigo manteniéndome al margen como había hecho hasta la fecha.
Este tipo de películas me recuerdan a las clases de Literatura del Instituto, cuando el profesor era capaz de sacar de una poesía de cuatro versos un concienzudo análisis de tres o cuatro folios sobre la misma, algo a lo cual siempre me llevaba a la misma reflexión. ¿Y si el autor simplemente había escrito lo que había escrito porque quedaba bonito? ¿Y si la mayor parte de las reflexiones que su obra podían dar a lugar eran ajenas a su pensamiento y/o intenciones? En resumen, ¿y si el arte de su obra no dejaba de ser arte porque otros así lo querían catalogar y vender? Y no lo digo por menospreciar la obra de nadie en particular, sino por algunos de aquellos textos a los que un servidor no les encontraba ningún tipo de interés…
... como sucede con 'Los límites del control', el tipo de película en las que uno se plantea qué es lo que se presupone que es arte. ¿Es mejor esta película que, por ejemplo, 'Los sustitutos'? ¿Es acaso más profunda e inteligente en su forma de abordar una trama, un mensaje y unos personajes? La última película de Bruce Willis es tan sólo un pasatiempo más o menos logrado y entretenido, sujeto a los cánones del cine comercial y plano en intencion o mensaje. 'Los límites del control' sería, entonces, la supuesta antítesis, un cine al margen de normas, profundo y con mensaje. O lo que viene a ser lo mismo, en teoría, todo aquello que le falta al 90% del cine comercial. ¿Sin embargo por qué me quedo antes y mil veces con cualquier patraña comercial a un subproducto con ínfulas de autor como este? Lisa y llanamente, porque no cuela.
El principal punto negativo de 'Los límites del control' es que es un auténtico tostón, y la imagen de su cartel podría acompañar perfectamente a la definición de "aburrimiento" como lo hiciera la de Homer Simpson a la de "afortunado". Cuando sobrepasada ya la mitad de la película la, ejem, acción se traslada al sur andaluz, me dí cuenta de que hasta el momento el único sustento de mi interés hacia lo transcurrido en pantalla era el marco en el que estaba ambientada, Madrid, la misma ciudad en la que vivo, de ahí que su tramo final me resultase un goteo continuo de miradas furtivas (y no tan furtivas) al reloj que adorna mi muñeca. A lo mejor no entendí la película, no lo niego, pero me da que el resultado sería el mismo, porque si no me interesó ni un ápice el desarrollo de su trama (una reflexión estirada hasta la saciedad, un corto al que se le han añadido 75 minutos de más), algo tendrá que ver la propia película, por mucha supuesta "inteligencia" que pueda emanar de su elaboración.
El personaje protagonista, interpretado por el para mi desconocido Isaach De Bankolé, compite en sosura (término que me inventé durante el visionado de la película, creo, y es que me dio tiempo a pensar mucho) en una de esas interpretaciones "tan profundas" que uno cree una injusticia que Stallone, por ejemplo y sin ofender, no haga la colección de Oscars que se merecería, ya puestos; y es que el efecto Kulechov ataca de nuevo. Y de poco más los cameos, porque no hay otra forma de calificarlos, de los actores de "renombre" que adornan el cartel ya que su participación se limita a salir en una escena, soltar tres o cuatro frases triviales, y punto. La única que destaca es Paz de la Huerta, y no por su interpretación precisamente, sino porque su personaje no hay momento en el que aparezca que no lo haga en pelotas y, por suerte, es de las pocas que sale en más de una escena. Si hubiera sido una producción "rancia" de Hollywood se habría dicho que era una artimaña comercial, pero no, esto es cine de autor, vale todo. Así de triste, de insustancial, y hasta cierto punto, demagogo. Yo mismo lo estoy siendo, ¿que no?
Habrá quien diga que la película es profunda y compleja, con un mensaje tremendo y casi lo menos que una (incomprendida) obra cinematográfica. El cuento lo he leído y la canción me suena, pero no me la trago. El arte, para mí, es aquello que me gusta, y por mucho que cuatro iluminados me digan que esto o aquello es lo mejor de lo mejor yo seguiré a mi bola. Si esto es arte, abajo con el mismo, prefiero quedarme con "sustitutos" más simplones que, al menos, no me hacen salir de una sala de cine con la sensación de que me han tomado el pelo mientras perdía, minuto a minuto, 90 minutos (o más) de mi vida...
Nota: 2
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Eso sí, como el comentario me parece que tampoco debería desaparecer, lo arreglo con un Spoiler.