'Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo' - ¿Dónde está Kristen Stewart?
Defina 'Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo' en pocas palabras.
Ummmm, ¿déjá vu?
¿Y ya?
Espejito, espejito mágico en la pared dime una cosa,
¿quién es entre todas las damas de este reino la más hermosa?
'Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo' viene a rubricar lo hasta las narices que empezamos a estar algunos, así, en líneas generales, de nuevas versiones se dice que alternativas de cuentos clásicos ciclados a base de CGI eminentemente digital. Especialmente cuando el resultado viene a ser tan tosco, tan ordinario, tan impersonal como en el caso de esta precuela que, en realidad, acaba siendo una secuela y que en ningún momento es capaz de quitarse de encima el aroma a remake. Si es que eso le molesta, claro.
¿He dicho "remake"? Perdón, más bien quise decir "déjà vu", si me permiten la indiscreción: la indiferencia que causa 'Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo' viene dada por su incapacidad para sobresalir en algún aspecto, dar forma a un recuerdo propio y así, de paso, resultar fresca en alguna medida. Y es que al igual que ya ocurriese con la primera, si la memoria no me falla (y realmente existió alguna vez), sus responsables están más preocupados en las capas de pintura del decorado que en dar calor a un espacio vacío.
Mucho nombre, poco fundamento. El clásico reciclaje pretendidamente lujoso a medida de una sonrisa, un cómodo asiento y un bonito titular. Y por supuesto, con todos los medios a su alcance para enterrar su falta de gallardía, por más que a la hora de la verdad en pantalla estos ni luzcan ni brillen, en su nombre o en el de los demás. Es cierto que su reparto se PRESTA, por un módico precio (siempre bien pagado), a poner buena cara y permitir salvar el honor, si bien el gesto se sume en la resignación -y no en la diversión- de un premio de consolación.
Y es que 'Las crónicas de Blancanieves: El cazador y la reina del hielo' -título que dicho sea de paso se las trae- es de esos productos tan rematadamente modelados desde el departamento de producción que carece de encanto y personalidad, no digamos de algo tan estimable como pulso o nervio. Sin arrojo, sin aplomo, sin orgullo y posiblemente tampoco sin director -más pendiente de no romper nada- en un intento por no intentar nada que no sea reducirse a un algo tirando a rutinario, mayormente convencional y por supuesto, inofensivo.
Prácticamente nada para el recuerdo, que nos haga abrir la boca (salvo para bostezar) o que nos pille a contrapié. Todo en nombre del amor, que es muy bonito y puede con (casi) todo. Esta fría "reina del hielo" sigue un patrón bien definido con tanta educación que la no presencia en la cinta de Blancanieves, aka Kristen Stewart, cuando resulta que se la menciona y su personaje tiene cierta importancia, acapara finalmente casi toda la atención. Y teniendo a Emily, Charlize o Jessica por ahí, eso debería de estar estipulado como delito.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Le doy un 5,5.
Ni precuela ni secuela. Nota: 5.