'Langosta' - Lanthimos, como el buen vino
La idea de criticar al presente con una situación futura es sinónimo, muy generalmente, de éxito. Libros, tesis, teorías y películas fundamentan esta idea crítica en dimensionar una distopía ficcional y futurista para elevar una queja sobre el mundo actual, el cual enorgullece a muy poca gente. El ejemplo más reciente de este recurso es “Her”, maravillosa película dirigida por Spike Jonze, quién destroza el patriarcal estado matrimonial con una historia tan conmovedora como descorazonadora, la del bueno de Theodore y su SO (Sistema Operativo).
Yorgos Lanthimos utiliza este método para, en “Langosta”, abofetear, quebrar y mancillar la figura del matrimonio de una forma casi chanante. Lanthimos se carga a la sociedad contemporánea en una historia versátil, que se desliza sin problemas a lo largo de su metraje, evolucionando y vistiéndose de drama a la vez que de comedia. El director griego mira satíricamente a las relaciones como si fuese algo obligatorio, de infeliz alcance y de naturaleza opresiva. Su humor crítico es la principal baza para no desentonar y para conseguir una atención que jamás pierde y que desde el minuto uno de película deja de ser mera curiosidad.
Obviamente, como lo fuese Joaquin Phoenix en “Her”, la tención debe tener un protagonista. En “Langosta”, el afortunado es Colin Farrell, cuya actuación es excelsa. Su trabajo, de tono insensible (aunque toda la película así lo es) y de atmósfera ciertamente dulce, es una fuente inagotable de regusto, potenciada por secundarios como la bella Rachel Weisz, el nuevo Q, Ben Whishaw, o el siempre profesional John C. Reilly, que brindan interpretaciones las cuales ayudan a que Farrell no tenga el monopolio de la escena, cosa que se agradece pues hay empatía e interés por todo el reparto.
“Langosta”, es, sin lugar a dudas, una demostración de que el humor negro tiene sólidas bases de éxito en el cine y de que siendo cínicos en la comedia es como más atención (de la buena o de la mala, eso da igual) se genera. Una película que parte el molde de lo patriarcal de una civilización que ha instaurado la figura del matrimonio como un deber y que clama contra dicha institución etiquetándola de opresiva y arcaica. Si encima a la dirección se le da un toque wesandersoniano, pues además de buena, la película es bonita, y el espectador, que es siempre el que manda, sale más contento que nunca.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_
Partiendo de la base que la película es cuanto menos interesante, opinar o darle una nota me produce una batalla interna en la que intentaré decidirme mientras escribo estas líneas. Me gusta su concepto, su original premisa y toda su comparativa desde la sociedad distópica que nos enseña hacia la nuestra, centrado en las relaciones de pareja, la soledad, convencionalismos sociales al respecto, etc
Pero me parece obvia la pretenciosidad del director, lo inteligente que se cree y el cebo que resulta la película para que el espectador se sienta inteligente y profundo viéndola y eso le de una dosis de adrenalina a su ego interior que tape o camufle las carencias del film. Y es que su concepto está muy bien si, pero da la sensación de querer funcionar sólo con eso, aunque cuando el ritmo decae y no parece ir mucho más allá del planteamiento, te obsequia con un suceso o escena potente con la esperanza de que con el impacto, de nuevo el espectador vuelva a situarla. Sumado a ello, la dificultad que tiene siempre, contar desde una atmósfera fría y personajes ídem una situación en la que sentirse parte.
El director odia visceralmente no se si a la sociedad en general o al ser humano en particular. Eso y las ínfulas de pretender más de lo que es, quizá es lo que no le da claridad para perfilar mejor los personajes secundarios o trasladarnos mejor una relación que a priori es o debería ser el eje central y parece querer crear un clímax final ineficaz. Eso no quita que haya que valorar una de las propuestas más originales de 2015, junto a sus mencionadas cualidades.
Y acabo estas líneas improvisadas igual de confundido que al iniciarlas, por lo que me estableceré en un término medio y el tiempo y un futuro revisionado decidirán si la nota es al alza, a la baja, si se imponen más sus cualidades o sus defectos.
Nota: 6'5
Exactamente lo mismo que ocurría con 'Canino', la película que le dio a conocer. Y es que la segunda mitad es muy inferior a la primera. Ojalá no hubieran salido nunca del hotel, allí es dónde se concentra el interés y suceden los mejores momentos. Y es que aún esperando que la cinta se estancase me ha decepcionado en ese sentido, y en igual medida que me ha sorprendido su primera y notable mitad.
En cualquier caso y a diferencia de la mencionada 'Canino' o 'Alps', la película agota pero no cansa y aguanta hasta el final con una sonrisa en la boca, por más que cuando acabe uno se quede con la sensación de vacío e indiferencia.
Coincido totalmente con la mayoría de los comentarios aquí. La idea es interesante pero progresivamente se vuelve aburrida y común, al final no deja de ser una película "rara" cuando creo pensar que la intención del director era que se convirtiera en una película inteligente a la altura de Canino...
6