En ocasiones las singularidades de determinado filme residen en las características de la producción del mismo, por lo que cuando una cinta no habla por sí misma, hay que buscar entonces a los culpables de ello. El opus 5 del cuasi desconocido director John Erick Dowdle (la inédita en España 'The Poughkeepsie Tapes') se supone representa el segundo ejercicio más importante en su carrera seguido del remake calco de 2008, 'Quarantine'.
De esta manera entonces tenemos que 'La trampa del mal' (Devil, USA-2010) es sin lugar a dudas área de oportunidad para demostrar que después de 'Quarantine' hay algo más. Aunque bueno… después de eso nos damos cuenta de las aventuranzas del director en el terreno fílmico. Hay pocas cosas que esperar, y de entre ellas está la decepción. Pero vamos, que Dowdle podría parecer un títere ante el guión diabólico de Brian Nelson apoyado en una historia de la otrora promesa de la dirección de género y ahora muy venido a menos M. Nigth Shyamalan.En este primer proyecto oficializado por M. Nigth Shyamalan de la serie “Las crónicas de Night" se nos ubica en un día cualquiera, donde cinco personas que no se conocen entre ellas se quedan atrapados en un ascensor de un gran edificio de oficinas. Al poco de detenerse comienzan a suceder cosas extrañas, y poco a poco se dan cuenta de que una de ellas no es quien dice ser, sino que es el mismísimo Diablo.
Argumentalmente, la idea de un thriller sobrenatural resulta bastante efectiva y más aún cuando se apuntala la trama a una época actual evitando roces fantasiosos en la producción de un filme; pero la idea llevada a buen puerto debe pasar por determinados roces en su camino, y 'La trampa del mal' no corrige rumbos tan tópicos como malsanos que estropean toda idea concreta y correcta de afianzar este thriller sin que parezca demasiado ridículo o demasiado predecible.
Shyamalan hoy por hoy se puede considerar llamarada de petardo. Una sola vuelta de tuerca no le ha de funcionar para todo ejercicio en el que quiera meter sus ideas y este es el caso. Incluso bebe de manera inconsistente pero obvia de claves literarias muy fijas, como 'Diez negritos' de Agatha Christie -por tener memoria limitada-, incluso las semejanzas pudieran parecer absolutas. Alguien de entre todos, no es quien parece. Alguien de entre todos es el asesino. Aquí hay un orden, aquí hay pasmos visibles si se presta demasiada atención a los personajes y su forma de actuar.
En 80 minutos el suspenso crece y desaparece a la vez; porque es ingenioso tratar de mantener la tensión en un espacio bastante pequeño para el número de personajes, y eso tiene gran valía; pero la historia desarrollada fuera de, es casi risible, casi automática, casi estúpida. El suspense decae porque el 'crime' detectivesco es inútil ante la comparsa de los personajes que empiezan a soltar cabos y cabos que parecen conocer más la historia que el propio guionista.
'La trampa del mal', la 'La reunión del Diablo' en sudamérica, es una reunión de elementos diabólicos demasiado obvios que no permiten tomarse en serio lo allí expresado; pero bajo la constancia del director, este logra hacer por lo menos algo nutrido y atmosférico de una forma rítmica –que también predice lo que pasará. Ante una idea disparatada y plagiada, Nelson hace un guión con los mismos adjetivos, mientras que Dowdle trata de salvar un barco de nombre Shyamalan, un nombre amén de entretenimiento olvidable, se hunde y hunde cada vez más, y más, y más, y más… y quizá ya no haya más fondo.
Nota:
5.0
por Angel Negrete