Buscador

Twitter Facebook RSS

'La otra hija': El otro cine

Vía El Séptimo Arte por 14 de octubre de 2010

Luis Berdejo, hasta ahora un cortometrajista bastante interesante y guionista de entre otras el primer '[Rec]', debuta en el largometraje como director bajo bandera norteamericana con este correcto y sobrio thriller de inspiración clásica que, si bien no es nada del otro mundo- las cosas como son-, al menos resulta algo más interesante que lo que hacía presuponer su estreno "fantasma" en Estados Unidos a finales de Diciembre pasado, donde llegó a un puñado de cines mal contados y a escondidas el mismo día en que James Cameron empezó a destrozar las taquillas con su 'Avatar', y después de haber estado cogiendo polvo durante un año en las estanterías de su desconfiado distribuidor.

Berdejo ratifica las buenas maneras presentadas en el mundo del cortometraje, demuestra conocer los entresijos del género y se maneja con soltura dentro del marco de una historia resuelta en pantalla con sencillez, profesionalidad y eficacia, digna heredera de una narrativa artesanal y clásica a la que amolda su particular estilo pausado y contemplativo. No obstante, esta elegancia formal no encuentra en el guión de John Travis un aliado en condiciones, así como su buena intención tras las cámaras resulta inútil a la hora de ofrecer un producto homogéneo y plenamente satisfactorio, antojándose una cinta infructuosa a la hora de sobreponerse a un relato cuya historia, tópica y convencional, no permite más que cumplir con un mínimo aceptable siempre y cuando la exigencia del espectador no sea ambiciosa. Kevin Costner es un escritor recientemente divorciado que se traslada con sus dos hijos a una apartada granja de Carolina del Sur. Una vez allí su hija, a la que da vida la revelación de 'El laberinto del Fauno', una Ivana Baquero algo más crecidita y a un paso de convertirse en mujer, comienza a comportarse de forma extraña, algo que parece tener algún tipo de relación con una especie de túmulo funerario situado cerca de la casa... y éste viene a ser el argumento de un libreto que apenas se guarda algún as bajo la manga con el que sorprender más allá de la eficiente y cumplidora presencia en pantalla de Costner y Baquero, uno en el ocaso de su carrera y la otra con un brillante futuro por delante.

Como otras tantas cintas, la profesionalidad con la que está resuelta 'La otra hija' está fuera de toda duda y su factura técnica resulta intachable, si bien se le puede achacar falta de imaginación y valentía en su puesta en escena, así como no ser capaz de rematar algunas secuencias con el necesario golpe de gracia que dote de consistencia a las mismas. Pero no hay nada en particular en su realización que moleste, ni hay nada en concreto que podamos señalar como una de sus debilidades, algo de por sí meritorio en una ópera prima de una realizador al que cabe reconocer su interés por doblegarse a la historia, y no al revés. No obstante, su construcción se fundamenta sobre una serie de elementos demasiados comunes, y su libreto se empeña en reunir todas y cada una de las convenciones del género. La idea de partida, fundamentada en un relato corto de John Connolly, resulta tan potencialmente interesante como pobre acaba siendo su desarrollo donde no acierta ni a dar salida ni respuesta a la multitud de posibilidades que se abren entorno a un relato inconcluso que apuesta en su resolución por el camino más trillado, un cierre precipitado y de compromiso que pone punto final sin atreverse a intentar siquiera buscar algo más, y todo ello a pesar de que dado lo escueto del tratamiento dado a sus aristas se tenga la sensación de que este se alarga en demasía para poder alcanzar por encima de la hora y media de minutaje.

A mitad de camino de referentes aptos para un público moderno como son John Carpenter o M. Night Shyamalan, y de resultados próximos a las últimas propuestas de estos, esta impersonal y olvidable cinta no está exenta de cierto interés por más que su discurso se quede en tierra de nadie, y a pesar de los evidentes defectos de una producción demasiado servicial hacia unos valores simplistas y meramente comerciales. Pero al menos lo que cuenta está bien contado, permite descubrir a Berdejo como un fijo potencial en certámenes especializados y si no le damos excesivas vueltas le podemos encontrar la gracia justa como para distraernos durante su visionado sin sentir que estamos perdiendo el tiempo. Sus intenciones no iban más allá de elaborar un film de género que aguantase 100 minutos de metraje, y eso es algo con lo que cumple, ejerciendo con un mínimo de dignidad como representante de ese "otro" cine que sirve para hacer tiempo entre propuestas más estimulantes. Cumple con el mínimo a costa de no arriesgarse más en busca de un beneficio mayor, cine conformista para un público conformista.

Nota: 5.5

por Juan Pairet Iglesias

< Anterior
Siguiente >