Mucho se ha hablado durante el último año de la ruptura entre Warner Bros. y Legendary Pictures, estudio y productora de cuya asociación surgieron entre otras la trilogía bíblica del Caballero Oscuro. El ejemplo de Legendary puede ser el más conocido pero no es el único. Y es que los presupuestos cada vez más pornográficos de las grandes producciones aconsejan compartir gastos para así reducir riesgos, de ahí que prácticamente no haya 'major' que no haya recurrido a su propia "productora de compañía" con la aviesa intención, por supuesto, de llevarse al público a la cama por un módico precio. Y la de Paramount responde al nombre de Skydance Productions, responsable de entre otras, lo han adivinado, este nuevo Jack Ryan.
A buen seguro que el logo de Skydance Productions les suena. Lo han visto por ejemplo al principio de las muy entretenidas 'Misión: Imposible. Protocolo Fantasma', 'Guerra Mundial Z' o 'Star Trek: En la oscuridad', cuyo decepcionante paso por la taquilla española cabe interpretarlo como una (grave) falta de respeto por parte de la audiencia. Sin embargo, se admite, que 'Jack Ryan: Operación Sombra' pueda ser un "pinchazo" sin necesidad de interpretarlo de la misma manera. No se confundan, no es que se lo merezca, pobre, si bien tampoco muestra tanto empeño como la nueva tripulación del USS Enterprise en convertirlo en una ofensa velada. La diferencia radica, principalmente, en la ambición e ilusión con la que se han acometido ambos proyectos, siendo que la del joven J.J. Abrams camino de una galaxia muy, muy lejana es muy superior a la del ya veterano Kenneth Branagh, precisamente de vuelta de una galaxia no tan lejana.
'Jack Ryan: Operación Sombra' viene a ser lo que parece que es, y que viene a ser lo mismo que ya fue en 2002 aquella 'Pánico nuclear' que protagonizó el hoy amigo Ben Affleck. Y el resultado viene a ser, también, virtualmente el mismo, o al menos muy parecido, el de un producto muy efectivo pero al que no hay que tomar demasiado en serio que, además, carece de ese toque de "madurez" que parece reclamar un personaje al que Harrison Ford y Alec Baldwin vistieron con un mejor traje. Un filme muy resultón, vaya, resuelto con la misma falta de ambiciones con el que hay que enfrentarse a él. O lo que es lo mismo, el clásico, simple e inofensivo pasatiempo de estudio. Cumplir cumple con lo prometido, como suelen hacerlo las producciones de la mencionada Skydance, si bien sin el entusiasmo derivado de contar con alguien tras las cámaras que siga ilusionado con esto del cine como si fuera un niño por más que, ni mucho menos, se trate tampoco a la audiencia como a un niño, gracias a Dios.
Veinte años después de su boom como shakespearólogo y tras el primer 'Thor', Kenneth Branagh convalida del todo el brillo del arrebato por la solidez de la corrección, ofreciendo un filme solvente e impersonal apto para su consumo entre horas. No obstante, y dentro lo que vendría a ser una producción comercial de estudio sin más vuelta de hoja, cabe apreciar las bondades de lo que vendría a ser una buena producción comercial de estudio: apenas dura 100 minutos; va de menos a más; su trama es sencilla y directa; sus escenas de acción no buscan el más difícil todavía; su narrativa de corte clásico es ajena a las modas; y sobre todo, un reparto muy digno que aporta el toque necesario de encanto, especialmente una Keira Knightley que transporta a la utilidad el concepto de mujer florero. Y tampoco intenta ser Bourne, oiga, si bien quizá su mayor fallo sea, precisamente, que su escasa personalidad no incita a ver al personaje como epicentro de una franquicia más allá de esta película-anécdota...
Nota:
6.5
por Juan Pairet Iglesias
Ella lo ha dicho en varias ocasiones sin rubor alguno, que le apetecía participar en algún rodaje que no le fuera exigente y se lo pudiera tomar con relajación. De vez en cuando no viene mal, el problema es sustentar tu carrera en dichos papeles o tomárselo con demasiado pereza. Yo creo que cumple "como chica de la película". Su carisma suple el resto.
Spoiler
Branagh hace un trabajo mejor delante de las cámaras que detrás y Knightley está muy espontanea, pero por desgracia su personaje aquí pinta más bien poco, por mucho que la mejor escena de toda la película sea de ella y del anteriormente mentado, Branagh. Una escena en la que no hay nada de acción, por cierto.
La dejamos en un 4. Mala no, pero si mil veces vista.
Después de llevar los rostros de Alec Baldwin, Harrison Ford, por dos ocasiones y Ben Affleck, Jack Ryan (el espía creado por el escritor Tom Clancy) tardó más de una década en regresar al cine. Fue el realizador Kenneth Branagh quien llevó el timón de la nueva aventura y se reservó el papel de villano. ¿Quién sería el nuevo Ryan? Chris Pine.
Adios al Jack Ryan ya asentado de 'La caza del octubre rojo', 'Juego de patriotas' y 'Peligro inminente'. En esta ocasión, nos adentramos en los orígenes de Jack en un contexto en el que Estados Unidos sufrió uno de los peores días de su historia el 11 de septiembre de 2001, acto que lleva a Jack Ryan a alistarse en los marines y lo demás ya viene rodado.
Teniendo un reparto de campanillas con los nombres del propio Chris Pine, Kevin Costner, Keira Knightley o el mismo Branagh lo normal era esperar una película en condiciones, y así es. Otra coss bien distinta sería ponerla en un puesto alto dentro de un top de adaptaciones cinematográficas del personaje y, desgraciadamente, solo puede llegar a 'Peligro inminente' y 'Pánico nuclear'. Es decir, una película entretenida, bien ejecutada e interpretada por sus actores y ya. No le niego que es entretenida, pero se le puede (y se le debe) pedir más.
Pedir más como, por ejemplo, un papel algo más activo para Kevin Costner, quien no se le saca todo el provecho que un actor de su gran categoría tiene haciendo poco más que acompañante del protagonista. Keira Knightley tiene algo más de acción siendo su personaje una no miembro de la CIA; Costner se merecía algo similar. Y, también, un actor mejor para ser el enemigo de la función, pues Kenneth Branagh no consigue (al menos, en mi opinión) la intimidación que un villano debería tener.
Al menos, queda un libreto escrito por Adam Cozad y David Koepp que desde el principio mete en situación, no dejando apenas espacio para el aburrimiento y teniendo algunas secuencias meritorias como la pelea de Jack Ryan en el hotel en Moscú, la transferencia de datos al pen drive tras la cena o la persecución final. Pero yo me sigo quedando con John McTiernan, Sean Connery y Alec Baldwin de todas, todas.
6