A la fiebre inmisericorde por los remakes que vive Hollywood y que pretende no dejar títere con cabeza ahora le toca el turno de alimentarse con la estimulante obra auspiciada en su último y exitoso trabajo por Charles Schneer y Ray Harryhausen en 1981, no mucho más que correcta y simpática producción de muy grato recuerdo para todas aquellas generaciones que pudieron vivir el boom del VHS a mediados de los 80 en adelante, y que el paso de los años ha ensalzado hasta la categoría de film de culto.
Con el consabido lavado de cara para adecuarla al gusto que se presupone mayoritario del siglo XXI, incluída su exhibición en un por otro lado deslucido 3D, nos llega esta 'Furia de Titanes', una estilizada y entretenida producción "made in Hollywood" repleta de efectos y efectismos donde lo más importante es que prevalezca el "entertainment" por encima de cualquier otra posible consideración. De ahí que el resultado, aunque logrado y efectivo por cuanto asegura la distracción prometida y ciertas dosis de espectacularidad, no pasa de ser de usar y tirar, y cuya frialdad artesanal le resta ese pedazo de calor que la permita sobrevivir en el corazón del espectador una vez se enciendan las luces de la sala.Si el original no era más que lo que era sería algo injusto pedirle a su imitación oficial mayores méritos, por mucho que el hype o su insistente promoción intenten venderla como algo más que lo que pueda esconderse tras el 'Made in Hollywood' al que se doblega sin remisión. Y en ese sentido 'Furia de Titanes', año 2010, una evidente apuesta comercial de formulación eminentemente industrial, cumple con holgura y solvencia su cometido como convincente ariete de la 'major' que paga sus servicios, y cuanto menos es apreciable como producción resultona y entretenida aunque fuera de ese ámbito poco más se pueda decir a su favor. Tenemos la película que podíamos esperar que fuera, quizá no tan lograda como cabría pedirle pero por encima de lo que cabría exigir. Ni es mucho ni es poco.
Eficacia y sencillez definen la concepción de un film de dramatismo telegráfico al que no merece tomarse en serio, básico en cuanto a su fondo y resolución, y construido alrededor de una serie de eficientes y ruidosas secuencias de acción adornadas por unas cuantas frases y poses de esas que tan bien lucen en los avances promocionales, y en la que sus personajes, criaturas y dioses no pasan de meras comparsas resueltas con mayor o menor efectividad por parte de sus intérpretes o titiriteros, aunque su esquema en forma de guión no permita lucirse más allá de la funcionalidad. Versión totalmente pulcra y plana de la fábula romántica, la cinta se mueve con solvencia del punto A al punto B y sin mayores consecuencias. Puro Hollywood, ¡that's entertainment! ¿Algún problema? Entrar y salir, sin mucha miga, pero sus 105 minutos pasan volando con la misma soltura con la que vuela Pegaso al final de la cinta.
Desde el punto de vista técnico su realización y concepción no sorprenden, con una factura técnica sin grandes lujos e impersonal por demás convincente y especialmente efectiva cuando tiene que serlo, ajustada a los cánones de la propuesta y sin apabullar, pero cuyo impacto visual se encuentra por debajo de lo esperado al no presentar su puesta en escena nada que no podamos recuperar en nuestra memoria proveniente de cualquier otro film. Además, cabe decir, o más bien advertir dado el excesivo valor de sus entradas, que su tan cacareado empleo del 3D da sentido a las críticas de James Cameron, el nuevo portavoz de la "verdad", sobre la necesidad de plantear un film en 3D como tal desde su raíz. Totalmente imperceptible e irrelevante su proyección tridimensional que, al margen de su nulo valor dramático, y en tal caso de considerar algún posible aporte, no sería otro que evidenciar ser una mera artimañana por sacar tajada cobrando unos euros de más, y que encima pone de relieve algunas de las imperfecciones del empleo de tal técnica, por demás un arma de doble filo que se demuestra más que peligrosa en manos de realizadores poco atentos aunque no llegue en esta ocasión a, y perdón por la expresión, joder la marrana.
En suma, 'Furia de Titanes, versión 2010, es una inofensiva revisitación de una leyenda tamizada por la óptica del instinto comercial de Hollywood, un entente para adolescentes con forma de blockbuster donde prevalece el ruido por encima de la narrativa, y donde todo aquello que no se rinda a la simpleza conceptual del más puro de los entretenimientos no tiene cabida. Vista con buenos ojos, es un entretenimiento en toda regla al que no hay que darle innecesarias vueltas de hoja, algo que tampoco viene mal.
Nota:
6.4
por Juan Pairet Iglesias
Buff, menos mal que me ahorré la pasta en su día.
Me la baje y la vi a saltos y madre mia...le recomende a todos mis amig@s que no se gastaran un centimo en ir a verla
Spoiler
Solo me han gustado un poco lo que muchos han criticado, los momentos oscuros de la historia.
¿ Que demonios hace Sam Worthington con ese corte de pelo? Todo van caracterizados de la época y el va de marine de "Avatar".
Mi nota es de 4.
El papel de Perseo, la verdad que no se si era por el corte de pelo como apuntais, pero me ha parecido mal llevado, le habría quedado mejor a un Orlando Bloom, pero quizás sea por eso, por la media melena.
Lo de Pegaso muy sencillo, llegar, encontrarse caballos alados, y lo típico, el diferente para el 'prota', creo yo que no costaba mucho hacer un film de 30 minutos más y añadir alguna escena, que no se hace larga, ni pesada, por eso, pero a la vez que se han cargado la pesadez, han hecho lo propio con la acción y la película en sí.
Y lo del romance el acabóse, la he visto con unos amigos, y la de veces que se ha dicho '!Besala ya!' (la frase textualmente es otra, pero el significado parecido ) incalculable...
Le doy un 6.