Tim Burton recupera buena parte de ese alma que se dejó en el País de las Maravillas o en la fábrica de Charlie Wonka gracias a la que es más una versión extendida que una adaptación del cortometraje que impulsó su carrera, 'Frankenweenie' (o 'Frankilini' como le gusta decir a mi sobrino), un particular y velado homenaje al 'Frankenstein' de Mary W. Shelley que, en su salto de los 30 a los 90 minutos de metraje y de la imagen real a la animación stop motion, gana en gracia y encanto a la par que amplia su cobertura referencialista a buena parte del cine fantástico y de terror que sin duda le marcó como persona y cineasta (ahí está el cameo "televisivo" de Christopher Lee como el 'Drácula' de Terence Fisher). Una especie de vuelta a sus raíces con la que reencontrarse de nuevo con el mundo del autor de 'Eduardo Manostijeras', ese que ha sabido sacar de él al cineasta y no sólo al director de arte.
La de vueltas que da la vida. Allá por el año 1984 Tim Burton fue despedido de la Disney por "despilfarrar" recursos y dinero del estudio en 'Frankenweenie', un cortometraje de 25 minutos de duración que debía de haber precedido a la reposición de 'Pinocho' estrenada en aquel año, y que los directivos de la compañía consideraron inapropiado, por ser demasiado adulto y "aterrador", para ese público familiar con el que el logo de la Disney se ha hecho grande. Casi 30 años después es la misma compañía la que respalda su versión extendida y para la gran pantalla, y además permitiendo que Burton, que ya no es precisamente el don nadie que como todos era en un principio, la ruede como ya le hubiera gustado rodar el cortometraje en los años ochenta, mediante animación stop motion, una idea que descartó no obstante por cuestiones logísticas y sin que mediase coacción alguna (que sepamos nosotros, claro).
Es evidente que Tim Burton ya no es aquel novato que escribió y dirigió aquel cortometraje, tan apreciable e imperfecto como prometedor, y concebido como un evidente homenaje más que como una ópera prima. De la misma manera resulta no menos evidente que sus últimas películas, gusten más o menos, carecen de alma... y de una verdadera personalidad que trascienda más allá de la puesta en escena y el aspecto visual, algo de lo que su cine se ha resentido en mayor o menor medida desde, prácticamente, la que hasta ahora era la última verdadera obra burtoniana, 'Sleepy Hollow', y todo ello a pesar de las notables virtudes de 'Big Fish' o 'Sweeney Todd', o en menor medida, de 'La novia cadáver', títulos más que apreciables visualizados a través de los ojos de Tim Burton... pero sin por ello ser 100% de Tim Burton como sí lo es, rotundamente, este 'Frankenweenie', una producción en la que Tim Burton se ha volcado en cuerpo y alma... y no sólo en cuerpo, recuperando su mejor y más personal versión original aunque sea costa de copiarse a sí mismo.
Y es que 'Frankenweenie' luce, y muy bien gracias a una animación y trabajo de fotografía sencillamente sensacionales, como el proyecto personal que es, y de la misma manera que lucen los mejores trabajos de Burton, no por casualidad los más personales. 'Bitelchús', 'Eduardo Manostijeras', 'Ed Wood', la magistral 'Pesadilla antes de Navidad'... e incluso 'Batman', en todas ellas podemos encontrar la misma pureza y sinceridad creativa, la de quien trabaja por cuenta propia y no como un trabajador por cuenta ajena. Con 'Frankenweenie', pues, se recupera a ese mismo autor fundamental de principio de los 90, de aquel autor -léase "director personal e intransferible"- al que Hollywood no entendía pero sí respetaba. Burton se auto-homenajea con este 'reboot' de un original suyo, una especie de 'remake' que calca gran parte de su puesta en escena y con el que Burton, libre de las crueles restricciones de la imagen real... y de trabajar con Johnny Depp, quien sabe si también, parece volver a sentirse como en casa, en su mundo.
Curiosamente esta versión extendida, con la que también recuperamos a la mejor versión del compositor Danny Elfman quien ofrece, directamente, uno de sus mejores trabajos, también se caracteriza por ser lo mismo que los ejecutivos de la Disney le echaron en cara al cortometraje en los años ochenta, una producción más para un público entendido en la materia que no para el público eminentemente familiar que tanto bien suele hacer por las arcas del estudio. Una producción no necesariamente adulta ni madura por más que lidie con temas como la muerte con descaro pero sí, como ya lo eran las anteriores incursiones de Burton en la animación, de una belleza plástica y un contenido moral que excede los límites de los convencionalismos habituales en la materia, escenificado todo ello en un diseño de producción muy propio de la pluma de Burton en donde no cuesta encontrar similitudes con su obra anterior, ya sea en el diseño o a nivel conceptual.
No vamos a presentar ahora a Tim Burton... ni falta que hace. Y para cualquiera que guste de su cine, especialmente de aquel que le dió un nombre, con 'Frankilini' (o 'Frankenweenie' como le gusta decir a Burton) se volverá a reencontrar con este cineasta un tanto engullido por la industria en los últimos años, necesitado de un proyecto auténticamente personal como este para volver a sacarle brillo a su firma. Si acaso Burton, a la hora de recuperar su alma y por culpa de la experiencia de la que en su momento carecía, paga el precio a través de una puesta en escena que de tan exquisita resulta un tanto impuesta, carente de la ingenuidad del autor que aún se busca a sí mismo y regalándonos una obra, sumamente apreciable, que subraya lo que ya estaba escrito sin escribir nada nuevo, lo que resta buena parte de magia y, sobre todo, espontaneidad a este, sin embargo, delicioso cuento para los adultos que no lo son tanto con el que regresar al universo de un autor que, de nuevo, se ha ganado el derecho a ser considerado como tal.
Nota:
7.5
Por Juan Pairet Iglesias
Alicia en el país de las maravillas, el primer encuentro de Tim Burton con Disney, fue para la mayoría una decepción. Aunque fuera de la citada compañía, fue mejor pero aún mediocre, la más reciente Sombras Tenebrosas y es que los fans del director esperaban una de sus grandes obras y con esta parece haberlos contentado, aunque personalmente no sea tan entusiasta y me parece algo lejos de la obra maestra que se ha vendido desde algunos sectores.
La historia está basada en un cortometraje de 1984 del propio director, donde un niño llamado Víctor Frankenstein tiene como único amigo a su perro Sparky y tras la muerte de este, decide resucitarlo como el famoso doctor con el que comparte nombre hizo en uno de los más famosos clásicos del género. Y es que el director se homenajea a sí mismo en un intento de reencontrarse con sus fans de toda la vida y de paso homenajea a todo el género de terror desde sus inicios más clásicos con referencias constantes sea por nombres de personajes, por algunas escenas, situaciones o "criaturas".
La película es correcta en todo momento y muy fácil de digerir con un cuidado sistema de stop motion y una genial banda sonora de Danny Elfman que acompaña con más que acierto cada escena. Pese a ello es bastante lineal hasta la explosión (o mejor dicho electrificación) de sucesos final y el director camina sobre seguro sin arriesgarse ni aportar algo que la haga realmente especial. Además, siendo yo especialmente sensible con los perros y emocionarme con cualquier mínima cosa que tenga que ver con ellos, las escenas dramáticas no me han transmitido practicamente nada.
Los personajes, más allá del original (y de nuevo plagado de referencias a otras obras) aspecto físico, no tienen una personalidad realmente carismática que los haga remarcables. En este sentido podría destacar quizá la inquietante rubia con su gato bigotitos y la escena de explicación de sus sueños y premoniciones. Tampoco es especialmente divertida aunque cuenta con buenas pinceladas de humor como el momento "Colossus, ataca!".
En resumen: una más que correcta pero poco arriesgada historia de amistad entre un niño y su perro, que destaca más por su aspecto técnico e ir encontrando las referencias a las obras que homenajea que por ser una obra digna para recordar más allá de unas horas tras el visionado.
Nota: 6'2
Técnicamente y gracias a su animación stopmotion es un producto muy logrado, pero ni causa miedo, ni causa gracia, ni causa prácticamente nada. Y es que si bien es cierto que tiene momentos puntuales interesantes (especialmente esos gags homenajes del cine de terror clásico), el "relleno" desmerece y mucho. Total, que nos queda una historia demasiado endeble para mantener la atención de un adulto y demasiado vacía para llegar a encandilar a un niño.
Nota: 6.
Spoiler
Ejemplos de agujeros y cosas a las que podría haber sacado mucho más jugo:
Spoiler
-Los padres del protagonistas, totalmente insulsos, no muestran un solo sentimiento o reacción normal
-No se entiende bien (o igual es que me lo perdí yo) qué razón hay para que los otros animales se conviertan en monstruos terribles (y al morir vuelvan a su ser).
-El final es muy rápido y muy típico.
En definitiva, creo que es una peli aceptable, un 6 pelado. A Burton le salió mejor contarnos el mito de Frankenstein en "Eduardo Manostijeras".
PD: Vistas ya todas las nominadas en los Oscars 2012 a mejor largo de animación, mi orden:
1. Piratas
2. Rompe Ralph
3. Brave
4. Frankenweenie
5. ParaNorman