Astroboy es un hit clásico por donde se le quiera ver. Ícono de generaciones enteras que a pesar de no contar con el encanto de los 'anime' de hoy en día tiene ese "no sé qué" que hace que la gente lo recuerde generación tras generación a pesar de llevar ya más de 50 años luchando por la justicia. Ya han pasado décadas y películas, historietas, series, videojuegos, etc. y Astroboy sigue dando batalla a quien se le ponga enfrente. El amor al robot infante es evidente y su realización en animación digital era cuestión de tiempo.
No hay mucho que decir, la vieja fórmula sigue funcionando y la reintroducción de este personaje para el público infantil no se aparta demasiado de lo que en su tiempo la hizo famosa. Un elemento extra es la animación de la casa productora Imagi, que le da ese toque que se necesita para combatir en estos tiempos. Con ello es claro que Astroboy no cambia, pero sí evoluciona. Y la evolución es exitosa.
No cambia porque la historia es la misma, el doctor que al perder a su hijo construye un robot a su imagen y semejanza, y al que luego rechaza es la línea básica que da rienda suelta a esta nueva versión. Lo importante es llegar pronto a ese robot y es aquí donde se nota que la audiencia es la infantil, pues no hay desarrollo de nada, ni siquiera tiempo para llorar la muerte de un hijo; las transiciones son tan rápidas que no podemos reaccionar cuando ya tenemos explosiones y aventuras al por mayor. Pero así es Astroboy.
Los niños quedan encantados por la cantidad de personajes bien realizados, villanos a la vieja usanza y héroes con una redención inminente. Astroboy vuelve a envolvernos en su rutina, el público infantil goza y nosotros gozamos con ellos, pues el humor se hace presente recordándonos que no podemos exigirle más de la cuenta.
Por Jálex
Yo creía que iba a ser una basurilla, pero la peli me gustó. Una especie de 'Inteligencia Artificial' en anime.