Una historia y dos formatos para contarla. “Arrugas” primero fue un cómic, ganador del Premio Nacional en 2008. Cuatro años después se convierte en película de animación en 2D y nominada a los premio Goya. Un mismo relato que, de una forma u otra, tenía que llegar al público. Emilio es un anciano que padece alzheimer. Cuando su hijo no puedo cuidarle más, decide ingresarlo en una residencia. “Arrugas” relata el día al día de Miguel y sus compañeros de hogar. La eterna lucha de la vejez contra el olvido.Cuando has terminado de leer y aún tienes entre las manos la novela gráfica que Paco Roca dibujó, la sensación es de una tristeza dolorosa. Sabes que hay cosas que son ley de vida, contra las que no puedes hacer nada, o poco, pero que alguien sea capaz de plasmar esos momentos tan certeros en las páginas de un libro, hace que te des cuenta de la realidad con la que convivimos todos los días. El caso es que la película podía haber sido peor, no tener ningún interés o ser simplemente mala, pero no, lo que han hecho con el cómic ha sido crear una obra de arte en fotogramas.
Ignacio Ferreras ha sido el encargado de darle vida a cada viñeta del cómic. A un lado, la novela gráfica y al otro el autor, Paco Roca supervisando su obra, su criatura. Nunca una historia tan triste resultó ser tan placentera. Cierto es que la película incluye algunos cambios como el acento argentino del compañero de habitación y amigo de Emilio, Miguel, o el “estiramiento de cara” de algunos ancianos al que ha habido que quitarles alguna arruga original porque cuántas más arrugas, más cara era la película. Pero aparte de eso, nada más que diferencie el cómic de la película.
“Arrugas” no necesitaba contar la historia en 3D porque ya deja suficiente profundidad en el espectador. Hay escenas que son un fiel reflejo del proceso de vida, de momentos que hemos vivido o recordado. Silencios que no necesitan música, que son totalmente devastadores para el alma. E incluso hay lugar para el humor, un equilibrio en la balanza necesario para soportar el visionado de la película.
Las imágenes y encuadres son lo suficientemente reveladoras del estado de ánimo de cada personaje. Los flashback son recuerdos con una carga emocional que todo espectador será capaz de sentir. Todo el metraje es un drama y todos los momentos tienen una estela amarga, pero lo dramático siempre consigue despertar una emoción sobre el espectador. Esa es la ventaja con la que juegan muchas películas de este tipo, ya sean de animación o no. Pero si por algo destaca “Arrugas” es por ser una película de animación para todos los públicos que no cuenta algo que no sea cierto, si no todo lo contrario: cuenta la verdad verdadera, como diría cualquier niño.
“Arrugas”, tanto el cómic de Paco Roca como la película, se asemeja a los minutos en que transcurre la vida de joven a viejo del personaje de “Up”. Esa sensación de amargura pero, a la vez, mezclada con la admiración de condensar en tan poco tiempo una vida tan real. Pues eso es “Arrugas”, el dolor unido al reconocimiento ante una obra espectacular.
Nota:
8.5
Por Rocío Campos
Eso lo comprendí, pero hubiera quedado mejor si la peli acabara con el fondo del cielo y los rótulos que salen (y eliminando esa escena por supuesto).
Además, la película tiene un guión que ayuda a no aburrir ya que se van desarrollando sub-tramas a la trama principal, como la de Modesto (que protagoniza junto a su esposa, cuyo nombre se me ha olvidado, la mejor escena de la película en el campanario, a la altura de las mejores películas de Disney o Pixar) con escenas interesantes como los flash-backs o la lucha de Emilio por no ser un mero espectador de la última etapa de su vida.
El tramo final de la película, después del accidente, es de lo más hermoso que he visto últimamente.
Una pareja va a pedir una hipoteca al banco y ante la indignación de estos no se la consiguen. ¿Una película sobre la crisis? No. El que les atiende es un anciano con principio de Alzheimer que a veces cree que sigue siendo joven y siendo el director del banco que fue. Los supuestos clientes son su nuera y su desesperado hijo, que reacciona enfadado ante sus lagunas mentales y el que esto les rompa su vida cotidiana por lo que optan por meterlo en una residencia.
Así arranca Arrugas, golpeándote duramente (cosa que hará más veces durante el metraje) y captando tu atención desde el inicio. Emilio (que así se llama el protagonista) se encontrará en su a partir de ahora nuevo hogar, con gente con todo tipo de dolencias y vivencias, muchas de ellas, al igual que las suyas, perdidas de la memoria por el Alzheimer o enfermedades similares.
El primero con el que se encontrará es con Miguel, un argentino dicharachero a la vez que cara dura, que parece estar allí por el placer de remugar y porque es más barato que un hotel dado que a diferencia de los demás que los han "dejado" allí sus familiares, él no tiene descendencia. Se dedica a sacar dinero aprovechándose de los problemas de los enfermos con la excusa de que eso les mantiene activos y los hace felices. Entre él y Emilio irá surgiendo una hermosa y entrañable amistad.
Asistimos a la degeneración neuronal del protagonista, en un último tramo de lucidez apartado de los suyos pero cargado de nuevas amistades y experiencias e incluso alguna loca aventura. Como decía siempre mi padre: "la vejez, que triste es", pero también puede ser divertida y es que Arrugas es de esas joyas de el séptimo arte que es capaz en una misma escena de sacarte una lágrima y una sonrisa y repetirlo varias veces a lo largo de su metraje. Quedará ya para siempre en mi recuerdo la historia de Dolores y su marido Modesto "el tramposo". Solo de recordarla mientras escribo estas líneas se me encoge el corazón y cuesta aguantar las lágrimas.
Una película que nos acerca a nuestros mayores y a una enfermedad por desgracia cada vez más extendida. Una obra que podría considerarse hasta didáctica y que sin duda es de lo mejor que llevamos estrenado en cines este 2012.
Nota: 8'5
Me ha gustado porque esta peli no te puede no gustar. Lo que más, la forma que usan para explicar la enfermedad a base de pequeños detalles (la primera e impactante escena, lo de "pasa la nlaslota" o la sonrisa del viejo Modesto). Sin embargo creo que peca de algo de frialdad, no sé si es el estilo de dibujo que transmite poco o el guión que no acaba de contar una historia del todo sólida si no una sucesión de anecdotas más o menos hiladas. Pero a mi al menos me ha dejado algo frío y eso que estoy en las condiciones perfectas para que una cosa asi me haga llorar a moco tendido.
Un 6.5
Mi nota es 8,5/10.