Segundas partes pueden ser buenas, pero terceras nunca. Porque ya es más de lo mismo, no es nada novedoso, ni puede sorprender con nada. Si la segunda parte de “Alvin y las Ardillas” fue complicada de ver, esta nueva entrega denominada “¡Fiesta en alta mar!” es tediosa, con un continuo número musical que intenta amenizar el visionado. Lo que parecen ser unas agradables vacaciones familiares se acaban convirtiendo en un naufragio en toda regla. Las travesuras de Alvin y sus amigos consigue llevarlos hacia una isla donde tendrán que aprender a sobrevivir hasta que venga a rescatarlos.No sé cuántas películas sobre Alvin y sus amigos habrá firmadas por contrato, pero si hay más, alguien debería extraviar ese papel por el bien de la humanidad. En este caso el director de la banda es Mike Mitchell, doblador de películas y director de, entre otras, “Shrek, felices para siempre”, “Sobreviviendo a la Navidad” o “Gigoló”. Un balance nada alentador en su haber. Esta tercera entrega no la empieza mal, pero a medida que Alvin y sus amigos continúan con sus travesuras, el film pierde el interés que merece. Aunque puede ser que los adultos hayamos perdido la capacidad de atención ante personajes que tan pronto son buenos, como malos o viceversa, mientras que los niños siguen maravillándose ante animales que hablan y que enciman cantan las canciones que escuchan en la tele. Para un adulto será como poner el cd de Los Pitufos.
El padre de las encantadoras ardillas sigue siendo Jason Lee (“Persiguiendo a Amy”, “Casi famosos”), que no desistirá en su empeño de encontrarlas en la isla desierta, ¿o no tan desierta? La verdad es que poco se puede decir de la actuación porque, para que vamos a engañarnos, en este tipo de películas no es tan complicado, más que nada porque la gran parte de las escenas las hacen las ardillas. También vuelve a participar en esta tercera parte David Cross, quien hace poco ha aparecía en capítulos de la 3ª temporada de “Modern Family”.
No voy a negarlo, lo mejor de la película es lo bien hechas que están las ardillas, pero claro, eso en el siglo XXI y tal y como están los efectos especiales, no tiene gran mérito. Pero sí que es cierto que cuando una ardilla abre sus grandes ojos y te mira con esa carita… pues algo bueno tiene que tener. En general, hablar de “Alvin y las ardillas 3” es confirmar que no es la película del año, ni del mes, ni siquiera de la semana. Es una más en esta cartelera navideña que ahora padecemos. Tendrá sus clientes porque con algo hay que entretener a los niños, pero seguramente haya mejores ofertas. De verdad, algunos productores, guionistas, directores… deberían aprender a parar ciertas producciones. Hay que aprender a decir no.
Nota:
3
Por Rocío Campos
361 millones la primera y 443 la segunda... nadie les puede culpar por intentar repetir hazaña por tercera vez, desde un punto de vista comercial chapeau! Ahora bien, que sea una mierda ya es otra cosa.
Pd. De buena me libre...
Sí, y sabes que te odio por ello....
Yo mantengo mi teoría de que hay gente que cuando hace la película no ve el resultado final, les da miedo.
Así que lo de invitarnos a tu casa es una encerrona, ¿ein?
¿Pero no era para todos los públicos...?
Pero bueno, para entretener a los peques creo que llega, por tanto le daremos el aprobado...
Nota: 5.