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'Ahora o nunca' - ¿Cómo se escribe amor?

Vía El Séptimo Arte por 17 de junio de 2015
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Hace apenas unos días se lanzó de forma directa a DVD '¿Cómo se escribe amor?', cuarta colaboración entre el director/guionista Marc Lawrence y el actor Hugh Grant. En realidad, nada nuevo bajo el sol: Al igual que lo fueron 'Amor con preaviso' o 'Tú la letra, yo la música', una agradable y eficaz comedia romántica marcada por el encanto de sus protagonistas, en especial un Hugh Grant que le tiene perfectamente tomada la medida a lo que supone encabezar el reparto de una película así. Básicamente, como toda buena comedia romántica que, lo que se dice funcionar, funciona. Y eso es lo importante en un género como este, cumplir.

Es inevitable pensar en ese chascarrillo llamado 'Ocho apellidos vascos'. Más bien tenerlo presente, no como referente ni mucho menos cinematográfico, terreno en dónde 'Ahora o nunca' si presenta un reflejo adecuado al medio. Digamos que como expectativa, como asociación (indebida) cercana al concepto oportunista a usar a nuestro antojo sea o no con malicia. Porque al igual que a esta 'Ahora o nunca' no se le pide necesariamente el ser "güena"; le valdría incluso con ser simpática sin necesidad, en realidad, de ser divertida, que no hay necesidad de aparentar o ir de guay. De ser, por ejemplo, como una comedia romántica con Dani Rovira como equivalente español de Hugh Grant. Le valdría, le hubiera valido.

El principal problema de 'Ahora o nunca', a diferencia del anterior filme de María Ripoll con el que comparte carta de ajuste, 'Rastros de sándalo', es que no funciona. Ni como comedia desmadrada para los amigos ni como alegato romántico para las parejas. Y como si la (in)experiencia fuera un grado (menos) en esta sosa españolización de un modelo ajeno. No es sólo que no haga gracia por, tal vez, volcarse demasiado en su romanticismo elaborado mediante papel carbón; es que uno asiste impotente a lo que parecen sus intentos por hacer gracia. Ni aunque como en la tele apareciese un rótulo sugiriendo cómo reaccionar. Nada. Como ver una alpargata haciendo manitas con su par durante 90 largos minutos.

90. Largos. Minutos. Malo cuando una película tan corta se hace tan larga. Como un equipo obligado a remontar al que no le queda fuelle casi ni para arrastrarse por el campo. Tres chistes, a ojo, cuatro contados con los dedos. A 'Ahora o nunca' se la ve tan desgastada como un envío de Prosegur. Siquiera el posible carisma de su reparto o la selección musical salvan a esta especie de versión española de 'Las fuerzas de la naturaleza' con Dani Rovira haciendo de un Ben Affleck pre-Argo quién, alejado del entorno de sit-com, se encuentra sin recursos para, como Hugh Grant, con su tartamudeo, justificar la causa. Al menos, a diferencia de 'Ocho apellidos vascos', parece una película... aunque 'Ocho apellidos vascos', al menos, tenía algo de gracia...

 

Nota: 4.0

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex

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Comentarios

  • Avatar de Beyond
    Beyond 26 de Junio de 2015, 12:38:02 AM
    Lo cierto es que tiene unas cuantas escenas que dan vergüenza ajena en el sentido de que su objetivo es descaradamente cómico pero no logran hacerte reír. Por lo demás, no quiero ser tan duro como Wancho porque a mí al menos no se me hizo especialmente larga. No me gustó, pero tampoco me horrorizó. Es la típica película que te deja bastante indiferente cuando termina pero que por lo menos te hace pasar el rato mientras la estás viendo. En resumen, que ni fu ni fa.

    Mi nota es 5/10.
  • Avatar de lourdes lulu lou
    lourdes lulu lou 21 de Octubre de 2015, 01:00:18 PM
    ¡Qué largo y pesado se hace el "Ahora o nunca"!, parece que nunca se acaben ¡tantos tediosos "ahoras"!, sin contenido ni materia que valga la pena, sólo mucho ruido y pocas nueces, que rellenan, con estruendo, ese interior vacío e insípido que no da ni para media risa forzada.
    Dani Rovira, excelente monologuista, triunfador innato de los "Ocho apellidos vascos", de moda gracias a su trabajo, carisma y simpatía, donde se entiende acepte los trabajos que le lleguen como actor novato, sólo que es tan pobre, insustancial y poco gracioso su argumento, más cutre aún si caben los diálogos, que por mucha voluntad y empeño que ponga en su actuación, su personaje y el de María Valverde no dan para gran bodorrio, más bien para bodrio que se aguanta por la ligereza de lo narrado, por su llevadera duración escénica y por el hecho de que, aunque no valga en exceso, se puede soportar con cierta facilidad de suplicio intermitente.
    De normal, cuando la cinta es tan floja y superficial, intento hallar algo de fondo que decir de ella, validez que encontrar aunque haya que rascar mucho más allá de la superficie, realmente muy hondo; pero es que aquí ni hondo, ni de fondo, ni de lado, ni de frente, relato de nivel muy escaso que se apoya, para apenas sobrevivir, en el gancho y la soltura de sus conocidos actores para que rellenen lo que el guión no aporta, con mucha música y chillido de relleno para ambientar lo que no posee chicha ni compás digno y el espíritu -no logrado-, tan de moda últimamente, de novias y amigas a hacer el tonto y a lanzar el dado loco para marear al personal, pues entretener es otra cosa muy distinta a la susodicha.
    No todo vale como distracción, no si apetece ver una decente comedia romántica de humor en sus tropiezos, de encanto en sus pasos rocambolescos y afable en su conjunto, en cambio obtienes actores desaprovechados tratados como burlones títeres de cómic sin estilo ni sabiduría, con una dirección básica para ser de primero/nefasta si ya llevas tu tiempo y se supone tienes experiencia -pues las seductoras localizaciones no cuenta-, y una marioneta crónica de tópicos y clichés en el tiempo y espacio que, si al menos consiguieran de ti ¡alguna carcajada o risotada espontánea!, aún tendría perdón y pase pero ¡si el tráiler ya te adelante los pocos gags que valen la pena! -todos provenientes del grupo de los chicos- ¿qué queda entonces?, el conjunto femenino, compitiendo en tonterías y gamberradas, para mantener la supuesta atención del espectador cuando resulta que ¡nunca se la ganaron!
    "Sólo espero que la gente sea puntual y cumpla con el plan establecido", sólo espero que te ofrezcan papeles de mayor calado -nada difícil- en cintas de esencia más atractiva y reseñable ¡que valgan la pena!, sólo espero que los planes de futuro sean más lustrosos que el presente muermo y ¡que valgan la pena!, sólo espero que María Ripoll no vuelva a repetir, en el futuro, un producto tan laxo, mediocre y frustrante pues, con los participantes, la idea y un poco de inteligente curro, se podía haber hecho mucho mejor pues la presente ¡no ha valido la pena!
    Con lamento y tristeza, no hay hipotético debate entre ahora o nunca, la respuesta es clara y obvia; ¿hace falta que lo diga?, no ¿verdad?..., bueno, vale..., ¡nuncaaa!
  • Avatar de jescri
    jescri 31 de Octubre de 2015, 12:09:10 PM
    Pues a mí me ha gustado. Me alegro además porque se demuestra que poco a poco el cine español (especialmente la comedia) ha ido cambiando. Nos hemos ido olvidando de ese cine vulgar donde todo son tacos y escenas de mal gusto para ofrecer un cine más distinguido, elegante, con un humor más refinado que se aleja por completo de la grosería de años atrás. Está claro que la película intenta aprovechar el tirón de 'Ocho apellidos vascos', pero no es la primera ni la última vez que se ha hecho y, aunque especialmente en frescura no son comparables, también se disfruta.

    Topicos Spanish. Nota: 7.
  • Avatar de Turbolover1984
    Turbolover1984 14 de Noviembre de 2015, 04:26:15 PM
    Ojalá hubiera sido nunca

    No esperaba que fuera hilarante ni tampoco que llegara al nivel (bueno, pero tampoco exagerado) de 8 apellidos vascos, aunque ella evidentemente jugaba esa baza con sus cabezas de reparto y con una agresiva hasta la exageración, campaña de promoción centrada en ello. Pero lo que no esperaba es que (y más con sus excasos 90 minutos) se hiciera pesada pero lo hace.

    El único chiste que se salva es el momento vs holandeses que ya sacaron 200.000 veces en el trailer. Ni el esfuerzo de un Dani Rovira llevado al histrionismo ni de una siempre sexy pero sosa Maria Valverde, salvan a la cinta de la nada absoluta. Completamente plana, con una situación que se va complicando pero más que tensión genera ganas de quitarla, con unos secundarios totalmente horribles, acompañados de un guión y diálogos ídem.

    El momento "bonito" final intenta nublar tus ojos de azúcar y tu satisfacer tu lado romántico pero no cuela. Ni por supuesto, aprueba.