Comenta Oliver Stone en una entrevista concedida a Total Film que nunca ha estado interesado en hacer secuelas: "Si hubiese empezado 'Wall Street 2' de la manera antigua habría sido tedioso para mi, no habría podido hacerla de esa manera".

Sin embargo, parece que el resultado final no le ha decepcionado en absoluto y tampoco le ha parecido un trabajo demasiado aburrido. Tanto es así que en dicha entrevista, sorprendiendo a propios y extraños, se descolgó también con unas declaraciones desconcertantes acerca de una posible secuela de la ya mítica 'Scarface' (conocida en España como 'El precio del poder'): "Ha sido fantástico volver atrás con 'Wall Street: El dinero nunca duerme'. Creo que debería hacer 'El hijo de Scarface' o algo así".

Stone no dio más detalles sobre esta posible continuación, no por mantener el secreto, sino por la inexistencia de los mismos. De hecho este comentario parece realizado desde el entusiasmo tras ver el resultado de la segunda entrega de 'Wall Street', y no fruto de un trabajo de estudio y reflexión sobre las posibilidades que una nueva entrega de 'Scarface' podría tener.Oliver Stone tampoco comentó nada sobre Brian De Palma, director de la película, ya que él se encargó en esa ocasión simplemente del guión, y entendemos que De Palma tendrá algo que decir al respecto.

En cualquier caso, de llevarse a cabo obviamente tendría que ser con un enfoque similar al que comenta, centrando la historia en un posible hijo de Tony Montana debido al malogrado final de éste en la primera entrega. Ya en 'Wall Street 2' ha hecho algo parecido dandole una hija a Gordon Gekko.

Sobre ésta última película, y aprovechando la entrevista, Oliver Stone comentó que ha sufrido alguna pequeña modificación respecto a la que se pudo ver en Cannes.

"Son sólo ajustes. Tuve que trabajar duro para tenerla lista para Cannes, así que he cambiado algunas cosas en el tercer acto para que sea un poco más realista".

Así pues mientras esperamos en España para ver de nuevo a Gordon Gekko en la gran pantalla, podremos ir frotándonos las manos con la posibilidad de volver a disfrutar de tiroteos imposibles, grandes dosis de cocaina y un nuevo Tony Montana... ¿o quizá sea mejor llevárnoslas a la cabeza?