Quentin Tarantino quiere a Britney Spears para su próxima película. El director de 'Pulp Fiction' y 'Kill Bill' quiere que la antaño princesa del pop protagonice un film plagado de violencia y sexo en el que encarnaría a una peligrosa y voluptuosa stripper. Las generosas formas de Spears, que más de un disgusto le han costado últimamente, son lo que parece han llevado a Tarantino a fijarse en la cantante para protagonizar, junto a Eva Mendes y Kim Kardashian -la amiga de Paris Hilton célebre por su video porno que circula por la red-, el más que lascivo film que está maquinando. Esta extraña reunión de talentos tan dispares como polémicos tendrá lugar en el remake 'Faster, Pussycat! Kill! Kill!', un drama erótico de serie B, de esos que tanto le gustan a Tarantino y a su amigo Robert Rodríguez como demostraron con 'Grindhouse', rodado en 1965 que relata las andanzas de tres perversas bailarinas de streptease de pechos descomunales a las que después de sus duras noches de trabajo les encanta hacer carreras de coches y meterse en problemas.

 

Una historia que le va como anillo al dedo a Tarantino llena de acción, sexo, violencia y, sobre todo, voluptuosas formas femeninas. Y es que no hay que pasar por alto que su director, Russ Meyer, comenzó su carrera como fotógrafo de la revista Playboy. Su pasión por las mujeres explosivas y la violencia lo convirtió en todo un icono del cine de serie B en una época en la que prácticamente no existía el cine de violencia y sexo explícito.