Sam Mendes podría hacerse cargo de las 'Benditas ruinas' de Jess Walter
Sam Mendes podría dirigir la adaptación de 'Beautiful Ruins', novela de Jess Walter que en España conocemos por cortesía de Ediciones B bajo el título de 'Benditas ruinas', y que está considerada por muchos especialistas como una de las mejores publicadas en 2012.
Según informa THR Mendes se ha incorporado a esta producción de Cross Creek Pictures para Fox 2000 en calidad sólo de productor... de momento, si bien no se descarta que pueda decidir finalmente tomar las riendas de la dirección en sustitución del originalmente anunciado Todd Field, quién ya es seguro que no será de la partida tras decantarse en su lugar por la 'Pereza' de Jonathan Franzen.
Y es que a pesar de tener en cartera proyectos como los de una nueva versión en imagen real de 'James y el melocotón gigante' para Disney o la adaptación del 'The Voyeur’s Motel' de Gay Talese, aún no se ha anunciado de manera oficial cuál será su siguiente película tras abandonar a James Bond a su suerte.
La dupla formada por Noah Harpster y Micah Fitzerman-Blue ('Transparent') se encargarán de firmar un nuevo borrador de esta historia que comienza en abril de 1962: "Dee Moray, una bella actriz estadounidense de veintidós años, llega en barco, misteriosamente sola, al muelle de Porto Vergogna, al sur de Génova. Allí decide hospedarse en el pequeño hotel que regenta Pasquale, el no menos joven heredero de una modesta familia de restauradores italianos, donde conocerá a Alvis Bender, un novelista de mediana edad de cierto prestigio en los círculos literarios norteamericanos.
Dee huye tras un inesperado embarazo que la ha obligado a ausentarse de la que ha sido su gran oportunidad en el mundo del cine: el rodaje de la superproducción 'Cleopatra', de Joseph L. Mankiewicz, la película más cara de la historia, con Elizabeth Taylor y Richard Burton, en la que Dee iba tener un papel secundario de peso.
Sin embargo, su presencia comienza a ser peligrosa para la estabilidad del rodaje, hasta el punto que decide dejarlo todo y marchar a Italia, condicionando irremisiblemente su vida y acercándose a esas ruinas que solo pueden ser desgastadas por aquello mismo que las mantiene con vida: el irónico y veraz aliento del recuerdo".