El tiburón de 'In the Deep' se queda sin director al tiempo que resucita el megalodón de 'Meg'
Louis Leterrier ('Ahora me ves...') ha decidido abandonar la realización del thriller 'In the Deep'. Según The Wrap el realizador francés estaba muy insatisfecho por culpa de los cambios en la historia y los recortes presupuestarios que el proyecto ha recibido desde que, el pasado mes de abril, el presidente de producción Michael De Luca abandonase Columbia Pictures en favor de Universal Pictures.
Tras pasar por la "Blacklist" -lista de los mejores guiones sin producir- de 2014, Columbia se hizo con los derechos de este guión de Anthony Jaswinski en torno a una surfista que, tras una serie de desgraciadas coincidencias, queda varada en una arrecife solitario en el que, malherida, tiene que hacer frente al acoso de un gran tiburón blanco.
Esta iba a ser la siguiente película de Leterrier, quién descartó hacerse cargo de la secuela de su gran éxito 'Now You See Me: The Second Act' en favor de la comedia de acción 'Grimsby', protagonizada por Sacha Baron Cohen y en cuya producción está ahora mismo trabajando, precisamente, para Sony Pictures con vistas a su estreno en marzo de 2016.
Curiosamente el abandono de Leterrier coincide con el anuncio, por parte de The Tracking Board, de la aparente resurrección de 'Meg', adaptación del best-seller de Steve Alten 'Meg: A Novel Of Deep Terror' que muy oportunamente se vende en este momento como "un Parque Jurásico con tiburón", y que sitúa en nuestros días a un megalodón, una especie prehistórica extinta que podría haber alcanzado hasta los 20 metros de longitud, y que está considerada como una de los mayores y más poderosos y temibles depredadores que ha existido en la historia del planeta.
Warner Bros. Pictures es la que ahora está tratando de levantar este proyecto cuya última versión ha escrito Dean Georgaris ('El mensajero del miedo', 'Lara Croft Tomb Raider 2: La cuna de la vida'), el octavo guionista -incluyendo al propio novelista- que según las cuentas de The Tracking Board ha metido mano en la historia a lo largo de los casi veinte años que lleva el proyecto en desarrollo.
Disney fue la primera que intentó llevar la novela a la gran pantalla allá por 1997, cuando la novela fue publicada y pagó cerca de un millón por sus derechos. Disney abandonó la idea tras el estreno en 1999 de 'Deep Blue Sea' y el proyecto pasó a manos de Guillermo Del Toro quién, a su vez, lo cedió a los productores Larry Gordon y Lloyd Levin quiénes rápidamente pensaron en Jan de Bont ('Speed: Máxima potencia', 'Twister').
New Line Cinema se hizo con el "paquete" en 2005 por una cifra inferior a la pagada por Disney, llegando a ponerlo en la "vía rápida" y a presentarlo en el Festival de Cannes de ese mismo año, con un presupuesto de 80 millones de dólares y fecha de estreno para verano de 2006. De Bont contrató a un equipo técnico de primera y desarrolló el proyecto con tantísima ambición que el presupuesto se acabó disparando hasta los 200 millones de dólares, algo inadmisible para la compañía que, tras varios fracasos comerciales -como el de 'La brújula dorada'-, no pasaba por su mejor momento y exigía reducirlo a no más de 125 millones.
En 2007 la compañía y los productores no llegaron a ningún acuerdo, y los derechos regresaron a manos de Steve Alten quién desde entonces ha estado moviendo el proyecto sin demasiada suerte hasta ahora que, ocho años y varios intentos fallidos después, el proyecto ha aterrizado en las oficinas de Warner Bros. Pictures, empresa matriz de New Line Cinema (y a la que no en vano absorbió en 2008) con la esperanza de ser ya por fin la definitiva.
Si Michael Crichton y Clive Cussler combinaran su talento para crear la novela de suspense submarino más impactante de todos los tiempos, 'Meg' sería el resultado: una historia despiadada y aterradora que te hará devorar sus páginas; una aventura acuática sin paradas, salvaje y estremecedora.
El megalodón dominó los océanos durante setenta millones de años. Era como un gran tiburón blanco de veinte metros y veinte toneladas, y estaba dotado de células sensoriales capaces de detectar el leve campo eléctrico del movimiento de los músculos de su presa a cientos de kilómetros de distancia. No cabe duda de que era el cazador supremo del planeta -era capaz de devorar un Tyrannosaurus Rex en escasos segundos- y, aunque se sabe que sobrevivió a los cataclismos que provocaron la extinción de los dinosaurios, se supone que no ha llegado a nuestros días. Se supone...
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