'Thunderbolts*' - Buen trabajo

¿Cuántas veces han leído aquello de que "la última película de Marvel es la mejor", o algo parecido? Por mera estadística, es una afirmación que tarde o temprano, alguna vez, tenía que ser verdad... aunque a decir verdad, eso no quiera decir demasiado.. Porque sigue siendo una película de Marvel Studios; quiero decir, sigue siendo una película del Universo Cinematográfico de Marvel.
"De eso se trata precisamente, ababol", responderá alguno. En efecto, de eso se trata. De cine de superhéroes, y de una narrativa continuista. Algo que no termina de reafirmar con rotundidad a "la mejor película que ha hecho Marvel en años". Es lo que la impulsa, cierto, pero al mismo tiempo es también lo que la condiciona... no necesariamente para mal, ojo. Pero sí la supedita.
Se abren tres vías: o eres demasiado exigente porque no eres fan; o eres demasiado transigente porque lo eres; o ni lo uno, ni lo otro. 'Thunderbolts*', más que como un 'Escuadrón suicida', se siente más como una versión de andar por casa de 'Los Vengadores' que, al igual que aquella en 2012, se beneficia de no tener que presentar a nadie. De poder ir al grano.
Una versión que empieza con Florence Pugh saltando "de verdad" de un edificio muy alto, en plan Tom Cruise. Claro que nada más saltar, pasamos a un plano general con la doble de acción. Toda una declaración de intenciones que define a una película que se mueve, con acierto aunque no grandes alegrías, entre medias de un universo que mantiene a raya su incipiente rebeldía.
No es por hacer de menos a 'Thunderbolts*', una película equilibrada y bien armada que se disfruta; que cuenta con grandes aciertos, donde hay muy pocas cosas que molestan; o que, sobre todo, en vista de algunos de los últimos traspiés, reconstituye el honor de una Marvel que, ya que está, recupera de paso la sensación de "realidad corpórea" de sus primeros filmes.
O sea, es una buena película... a la que, sin embargo, se le encomienda, quizá, un propósito demasiado humilde y modesto. Una versión, en muchos sentidos, de andar por casa de 'Los Vengadores' sin grandes responsabilidades ni ambiciones que podría haberse rodado con mucho menos dinero, y con la que sobre todo se podría haber corrido algún auténtico riesgo...
Pero hablamos de una superproducción de más de 180 millones de Marvel Studios tutelada por la narrativa del MCU. Con todo lo que eso supone. En lo bueno, y en lo no tan bueno; en especial, cuando se trata de una película que, por constitución y naturaleza, no tendría por qué encajar de forma tan higiénica y aseada en el molde superheroico en el que está atrapada.
No es por hacer de menos a la que, ciertamente, podría ser "la mejor película que ha hecho Marvel en años". No he visto todas, así que no lo puedo corroborar. Pero en virtud de las que he visto, sí me lo puedo creer. Esta vez... sí. Aunque eso no sea tanto ni para tanto como pueda parecer De aquí al Óscar aún queda mucho, por más no haya nada serio que podamos recriminarle.
Sin embargo... 'Thunderbolts*' ni rompe el molde, ni transgrede su modelo. Si bien está lograda y se disfruta, no deja de reincidir y conjugar una narrativa de sobra conocida a la que apela con prudente y acomodada sumisión, sirviendo a una causa mayor que la empequeñece con tanta dignidad como subordinación, lo que reduce su capacidad de sorpresa al "buen trabajo".
A ese "buen trabajo" que Terence Fletcher calificaba como "las dos palabras más daniñas que hay en inglés".
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex