Llegamos a los últimos días de la décima edición del Atlántida Film Fest, el mayor festival de cine online de Europa que está organizado una vez más por Filmin. En total, a lo largo de los 33 días que durará el Festival de principio a fin, se podrán ver 113 títulos de 25 países distintos, 53 de ellos estrenos absolutos en España.

La décima edición del festival continúa girando en torno a Europa y analiza la realidad, los problemas y los retos del Viejo Continente y de sus habitantes.

Europa dividida en 6 bloques temáticos: Memoria histórica (obras centradas en los errores del pasado), Política y controversia (historias hacia las que está prohibida la indiferencia), Muros y fronteras (las barreras reales o imaginadas de la UE), Generación (películas que analizan el comportamiento de las jóvenes generaciones europeas), Identidad (cine de temática LGBTI) y Domestik (la intimidad del ciudadano dinamitada por la política y la economía).

Mucho donde elegir, mucho para ver.

Desde El Séptimo Arte os recomendamos un total de diez películas (más una) que deberíais tener al menos en consideración. Sin ningún orden en particular.

'A Son' (de Mehdi M. Barsaoui, Túnez)

La película, el debut del guionista y director Mehdi M. Barsaoui, se plantea temas como las relaciones parternofiliales, su vínculo con la biología o el adulterio femenino dentro de la sociedad árabe mientras, de paso, documenta uno de los momentos más críticos de su país desde el punto de vista político. Un intenso drama familiar con apariencia de thriller que recuerda al cine de Asghar Farhadi por su manera, tan cotidiana y realista, de desplegar un argumento repleto de giros y preguntas de no fácil respuesta que obligan al espectador a poner (moralmente) de su parte.

'Moffie' (de Oliver Hermanus, Sudáfrica)

Basada en las memorias de André Carl van der Merwe, la película narra su experiencia en el servicio militar en Sudáfrica a principios de la década de los 80, en pleno Apartheid, en lo que parece "otra película" sobre la dureza de la formación y vida militar. Pero Oliver Hermanus nos la sirve, de nuevo, como si fuera la primera vez. Con nervio, garra, tensión. Con un gran pulso narrativo. Y con un acabado visual, musical y sonoro estupendos que además no te está restregando continuamente por la cara, permitiendo que la película (y su mensaje) acabe calando bajo la piel.

'Heimat is a Space in Time' (de Thomas Heise, Alemania)

Un recorrido documental por la vida de tres generaciones y la historia de Alemania a través de la primera y segunda Guerra Mundial, la división entre Occidente y Oriente o la caída del Muro de Berlín. Un collage de imágenes, cartas, diarios y voces de cuatro horas de duración que refleja más de 100 años de la historia de Alemania. Vale, cierto: Se puede hacer duro, pesado y muy cuesta arriba. Es normal, comprensible. Pero si se entra en su dinámica y sobre todo se sobrevive a ella, también puede ser uno de esos extraños placeres que te abren una nueva ventana al mundo.

'Last and First Men' (de Jóhann Jóhannsson, Islandia)

Al igual que 'Heimat is a Space in Time', es una obra "complicada". De las que si se entra y sobre todo se sobrevive a su dinámica, puede ser uno de esos no tan extraños placeres que te abran una nueva ventana al mundo. Eso sí, esta obra de ciencia-ficción de corte experimental con ecos a 'Dead Slow Ahead' o 'La ciudad oculta' cuenta a su favor con la voz de Tilda Swinton, la música del tristemente fallecido Jóhann Jóhannsson y sobre todo una duración de menos de hora y media. Puede que no entiendas gran cosa, pero su narrativa arquitectónica resulta de lo más embriagadora.

'Eastern' (de Piotr Adamski, Polonia)

Esta producción polaca, que remite al tipo de cine que suelen practicar el griego Yorgos Lanthimos o el holandés Alex van Warmerdam, plantea una sociedad distópica en la que el gobierno permite el ojo por ojo, siempre y cuando se den las circunstancias acordadas para ello. Una sátira cocida a fuego lento, en apariencia muy sencilla que a lo largo de su escueto pero intenso metraje esconde no pocos y sutiles detalles que la elevan por encima de su apariencia. Una rareza con personalidad propia y ciertamente perturbadora con la que el director Piotr Adamski llama a la puerta.

'Adoration' (de Fabrice Du Welz, Bélgica)

Fabrice Du Welz en estado puro. O cuando el amor duele, pero de verdad de la buena, de carne y hueso y no como cuando son adolescentes de la marca Abanderado que se anuncian en los carteles de Metro. Desde el principio hasta un final que, más que un final, eso sí, parece un desvanecimiento. Y es que la película va perdiendo fuelle según avanza hasta concluir con uno de esos finales que no parecen serlo, dejando que el rotundo impacto de su inicio y la energía y rabia de su narración queden un tanto diluidos. Pero bueno, qué menos: Que nos quiten lo bailado.

'Away' (de Gints Zilbalodis, Letonia)

'Away' podría ser una larga cinemática de un videojuego... del estilo a 'Shadow of the Colossus' o 'Ico'. Una cinemática por otro lado... tirando a barata. Podría ser. Pero Gints Zibalodis se las ingenia para hacer de ella una experiencia inmersiva realmente deliciosa. Incluso sin mando. Si una sola palabra. Sin apenas recursos, en una película hecha de cabo a rabo por el citado Gints Zibalodis en solitario y con una sencillez, pureza y pragmatismos narrativos que una vez vencida la posible reticencia (o prejuicio) inicial, resultan más y más bellos cuanto más nos adentramos en ellos.

'System Crasher' (de Nora Fingscheidt, Alemania)

En su salvaje búsqueda de amor, la enérgica e indomable Benni, una niña de 9 años abandonada por su madre y que vive en acogida, lleva a todos a su alrededor a la desesperación. Pocas veces una sinopsis fue tan clara: La labor de la joven Nora Fingscheidt resulta realmente desesperante... en el buen sentido, claro, dado que de eso se trata, de que te entren ganas de darle un buen bofetón. O más. Esa reacción instintiva es el agrio reflejo de la cruda valía de este dramonazo histérico, tan obstinado en su propósito como rematada y acosadoramente insistente (y agotador).

'The Souvenir' (de Joanna Hogg, Reino Unido)

La directora Joanna Hogg regresa a su época de estudiante de cine, en los años 80, con esta película de claro componente autobiográfico que se palpa en cada encuadre y fotograma. A la vez distante y cercana, como ocurre con los recuerdos lejanos, 'The Souvenir' es una sesgada mirada nostálgica a aquella Inglaterra a través de sus objetos, casas, ropas, colores o música, así como un bello, profundo y desolado retrato del arte mismo de la creación. Además, es una cautivadora y altamente sensible crónica de una relación tóxica, agotadora y destructiva.

'Surge' (de Aneil Karia, Reino Unido)

Mucho ruido... ¿y pocas nueces? Tal vez sí, tal vez no. El debut de Aneil Karia es una obra feroz e incendiaria, de las que no dejan indiferente. Según Filmin, "el 'Joker' que rodarían los hermanos Safdie". Algo así, si. Una obra enérgica y muy potente a nivel visual fundamentada en el no menos potente trabajo de un Ben Whishaw que rara vez ha estado mejor. Incluso a pesar de un guión un tanto superficial e inverosímil, o de su narrativa derivativa. A pesar de ella misma, de su excesivo celo por ser como es, en un auténtico y furioso salto de fe tan incontestable como cautivador.

'Supernova' (de Bartosz Kruhlik, Polonia)

Ahora que algunos intentan de forma muy oportunista vendernos 'El colapso' como la serie del verano (cuando no llega ni a serie de la tarde...), esta película de Bartosz Kruhlik se presenta aún más oportuna si cabe. Un accidente casual en una carretera aislada, y lo que sucede a su alrededor, en una historia coral que perfectamente podría haberse rodado en tiempo real y en un plano secuencia. Pero no, aquí lo que importa es tanto el drama como sobre todo, su desarrollo. La historia, y sus múltiples aristas primero. Un filme vibrante e intenso que pone a prueba nuestros nervios... y nuestra moral.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex