'Resident evil: Bienvenidos a Raccoon City' - Cagada
No sabía como empezar esta crítica hasta que dándole vueltas me ha entrado un apretón y me ha venido a la cabeza una palabra: 'Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City' es una "cagada". No una mierda, sino una cagada. Tal cuál suena. Es evidente que pretende ser el comienzo de una nueva franquicia, mucho más fiel al original que la serie de películas protagonizadas por Milla Jovovich. Un intento claro y obvio por contentar y/o compensar a aquellos fans que se sintieron decepcionados por el acercamiento, al final muy poco serio apadrinado por el otro Sr. Anderson.
Es cierto que la saga acabó yendo de mal en peor, y que en líneas generales su imagen cinematográfica está por los suelos. Por méritos propios. Pero su primera película, la de 2002, sigue siendo hoy en día una película muy decente; la obra de un realizador motivado y voluntarioso, al menos, hasta la llegada del maldito 3D. Podrá gustar más o menos, pero fue un punto de partida sólido sobre el que edificar lo que luego sería... algo. La idea e intenciones estaban claras, y el proyecto fue desarrollado con un mínimo bastante elevado de lógica, orgullo y amor propio.
No ocurre lo mismo con esta nueva película. Lo dicho, una "cagada" que tiene difícil derivar en una algo parecido a una franquicia si ya de por sí no puede valerse por sí misma. Para entendernos, es como si nada más comenzar su rodaje se hubieran quedado sin dinero y hubieran grabado lo justo para que se pudiera montar algo con un mínimo de sentido. Por decirlo de alguna manera, claro. De esta manera, parece que se han centrado en mostrar momentos reconocibles de los dos primeros videojuegos pero sin molestarse en darles un verdadero fundamento práctico.
O un sentido cinematográfico. O algo de amor y entidad propias. Aún sin conocer el videojuego original, resulta palpable que 'Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City' se dedica a encadenar "cosas" del mismo así, sin más. Momentos, instantes, imágenes. "No cojas mi moto" para acto seguido "cogerla" sólo "por la foto". Un recurso válido bajo el que no obstante se esconde la nada. El vacío. Como si hubiera sido escrita y rodada al mismo tiempo por el director de la segunda unidad mientras jugaba una partida, con un Johannes Roberts que parece que solo rinde 'A 47 metros' bajo el agua.
"Cagada", decía al principio. Cuesta aceptar y comprender la aparente desidia artística y comercial con la que está resuelta esta "segunda oportunidad", en donde parece que no se ha tomado ni una sola decisión creativa, más allá de copiar a los videojuegos y ser diferente a la del otro Sr. Anderson. Una "segunda oportunidad" que luce barata pero sobre todo pobre de espíritu, reducida a una alarmante indefinición que no apuesta a nada. Ni por el terror o la sangre, ni por la acción o el suspense. Ni mucho menos por los personajes o la ejem, historia. Faltaría más.
Así, 'Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City' se convierte en un ejemplo perfecto del servilismo mal entendido de una industria como la cinematográfica, en casos como este demasiado confiada ante el poder de un nombre que de por sí solo no sirve de nada, por muchos fans acomodadizos que pueda tener. La película no es sino una oportunidad tirada a la basura que tiene más bien poco de película, y mucho de producto barato, apático, desalmado y a lo pobre muy poco esforzado que palidece incluso ante el alegre y desvergonzado espíritu kamikaze del otro Sr. Anderson.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex