Cuando a uno le hacen firmar un embargo para no hablar de una película hasta el mismo día de su estreno, sospecha. Se pone a la defensiva. Se teme lo peor. Porque si piensas que tienes algo bueno entre manos, te interesa que la gente corra la voz. Que lo pregone a los cuatro vientos.

Sobre todo si es una película de terror, un género fácilmente infravalorable por quién considera que el cine es, ante todo, un arte. O que lo suele ser, o que lo debe ser la mayoría de las veces. Uno se pone a la defensiva. uno se teme lo peor. Aunque el miedo no siempre sea... correspondido.

Es el caso de 'Hell Fest', película de terror que al no estar amparada por una marca fácilmente reconocible puede ser despreciada con la misma facilidad por el público. Ese público más atento a la marca que aparece en la camiseta que a la propia camiseta. Cuestión de imagen, de apariencia.

'Hell Fest' es un slasher, según la definición estándar, cuya principal particularidad es que se desarrolla en un parque temático "de miedo" durante la noche anterior a Todos los Santos. No es su única particularidad, pero sí la única que se puede desvelar antes de tiempo (con o sin embargo).

Lo es, si, pero no es otro estúpido slasher comercial norteamericano a lo 'Hermandad de sangre' (me viene ahora a la cabeza). No deja de serlo, porque lo es, pero al mismo tiempo presenta los suficientes elementos diferenciales, o la suficiente inteligencia como para introducir algún valor diferencial.

El público en cualquier caso es el mismo, el habituado al género, que se encontrará ante la duda de abrazar o criticar lo que es "algo diferente". Algo, un poco. No es una reinvención. No es una sátira. No es una comedia. Y no deja de tomarse en serio, como película y también como producto.

No es tampoco especialmente inteligente, pero si lo suficientemente consciente para jugar sus cartas (en lugar de dejarse llevar por ellas). Para dosificar sus elementos, para aguantar el ritmo, para hacerse la interesante e incluso resultarlo de una manera que recuerda al 'Halloween' de John Carpenter...

Llegados a este punto, no sé qué estará pensando quién lea esto. No, 'Hell Fest' no es una gran película. No da para paja. Pero si ofrece algo que el cine comercial en general, y el cine de género en particular no siempre ofrece: Dignidad. Y ese punto de orgullo que trae un trabajo hecho con conciencia social.

Ahí está 'La monja' como siniestro contrapunto (que lo evidencia).

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex