'Language Lessons' cuenta con una dinámica que nos recuerda a la de '10.000 km', pero con un carácter y un tono mucho más liviano y buenrollista, más, no por ello exento de su debido dramatismo. Rodada en plena pandemia (aunque sin ninguna relación con ella) a través de Zoom, cuenta con tan solo dos personajes: Cada uno en un lugar del mundo, ambos vistos a través de la cámara de su ordenador. Tan sencillo como a la vez, complicado.

'Language Lessons' es una película encantadora y tierna que además sobrevive a su propio planteamiento, un aparente artificio que progresivamente va volviéndose invisible ante nuestra consciencia. Es, probablemente, lo mejor que podemos decir de una película así: Que nos incita a olvidar cómo está hecha para centrarnos, o más bien, para dejarnos llevar y embaucar por una historia bien concebida, bien planteada y bien expuesta.

Una historia sobre personas. Una historia convertida, por las circunstancias, en un ensayo de las relaciones a distancia en tiempos de pandemia y en la era de Zoom que aunque parecer, no es una historia de amor romántico. Se trata de una historia de amor platónico sobre cómo la tecnología puede conectarnos con personas de cualquier parte del mundo. De cómo el lenguaje internacional no es el inglés, sino la necesidad de que alguien nos comprenda.

De tener a alguien cerca aunque todo el mundo pueda estar lejos. O muy lejos.

'Language Lessons' es una no tan pequeña delicia que destaca por su presencia natural y espontánea, así como por una sensibilidad entre lo cómico y lo dramático que arma una película ligera y a la vez genuina. Una película que no parece nada del otro mundo, pero que se las ingenia para capturar tu simpatía de la misma manera que ese conocido que no sabíamos que era el amigo que necesitábamos en ese preciso momento.

Por Juan Pairet
@Wanchopex