'Rampage: Devastación' - Mi gran amigo George
Es obvio: 'Proyecto Rampage' es lo que es. Y aunque lo disimula correctamente por momentos, momentos por otro lado necesarios por el qué dirán, o porque la calma precede (y da voz) a la tempestad, no es una película: Es un espectáculo. Un buen espectáculo que a diferencia de 'Jumanji', cumple con aquello que promete, máxima de toda función sociofestiva como esta; en especial, o particularmente, durante los últimos 30 minutos.
Que sí, es cierto que puede ser un tanto estúpida o llegado el caso, no tener demasiado sentido. Como la vida misma en realidad. Ya se sabe, son cosas que pasan y el día a día está empeñado en demostrarnos que lo estúpido, la lógica o el sentido común son cuestiones relativas. Tanto o más como puedan ser nuestros intereses en aquel momento, si pensamos mal, o según con qué pie nos hayamos levantado, si queremos pensar algo mejor.
Vive, y deja vivir. Disfruta, y deja disfrutar. 'Proyecto Rampage' es lo que es, y también es lo que querían que fuera de mayor. Y enfrentarse a ella de la misma manera, con la misma actitud con la que nos enfrentaríamos a no sé, la última película de Don Paul Thomas Anderson es aún más estúpido que despacharla de estupidez. Mejorable, por supuesto. Siempre. Pero entonces, quizá, quién sabe, de ser mejor no fuera tan divertida.
'Proyecto Rampage' es el tipo de producción en la que el prota es un machote (ex militar) muy guay; la chica es científica (aunque no lleve gafas); los malos más que malos son porculeros (que mueren de forma atroz); los soldados son unos incompetentes (sin futuro en la película); Jeffrey Dean Morgan se parodia (o no) como Negan... y los efectos especiales son, en resumen, los que se llevan la mejor parte y los que salvan al universo en sí mismo.
Pero lo más importante sigue siendo lo más importante: 'Proyecto Rampage' cumple con su promesa. Va a lo que va, y nosotros vamos a lo que vamos. Una versión perfeccionada, aún más estilizada de 'San Andrés'. Cumple, además con buena nota y dejando tras de sí tres o cuatro momentos clavados en el ideario colectivo. Todo ello en menos de 100 minutos. Ojalá todas las películas de verano fueran así de conscientes, así de eficientes...
... y ojalá también, dado que no dejan de ser "monstruos" acechando a pobres desgraciados, así de elegantes a la hora de mostrar algo, un poquito de sangre y/o violencia que quizá aterrorice en algún momento muy, muy concreto a los más pequeños pero que, en esencia, se agradece desde un punto de vista de un adulto que sabe, que es consciente que cuando pasan según qué cosas, están pasando según que cosas que quizá, duelan.
¿Se puede pedir algo más? Si, una secuela.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
2/10
Luego la cinta sigue bien, el desarrollo habitual de los buenos blockbusters, haciéndolo todo más grande y espectacular. Pero desgraciadamente se estanca y acaba resultando cansina. Desde que se suben al helicóptero hasta que empieza toda la batalla final, lo que hay ahí es la más absoluta nada. Ni Jeffrey Dean Morgan consigue salvar el nudo del film, actor al que se le ve fuera de lugar en todo momento.
Eso si, la batalla final es brutal tanto en proporciones como en violencia. Que si la comparamos con cualquier escena Kong Skull Island, queda en ridículo, pero esta bastante bien. El diseño de los bichos está genial y Dwayne Johnson está como siempre, con un carisma arrollador. Hacia tiempo que no lo veía en una cinta de acción adulta, no familiar, y ojalá hiciese más de este estilo.
El aprobado se lo lleva, pero muy justo. Solo porque consiguió hacerme pasar el rato, por el vínculo entre el gorila y The Rock, y por una batalla final tremenda.
ESO es la película.
Y hablando de la comparativa con 'Kong: La isla Calavera', en las dos destaca el gusto y habilidad de sus directores para QUE SE VEA LA ACCIÓN. Las escenas de acción, en ambas, molan en gran medida por esto, porque se ve lo que está ocurriendo en casi todo momento.
Si que es de agradecer lo que comentas, aunque Peyton es muy inferior a JVR en todos los sentidos.