La trama sigue a dos alguaciles (Starr y McDorman) que perdieron sus trabajos debido a la poca cantidad de arrestos que han registrado durante su empleo. Pero cuando se les informa que en su zona se ha escapado un convicto (Sample III), este par ve una oportunidad de recuperar sus insignias si capturan al fugitivo, por lo que se alistan para dar con él. Cuando lo localizan, lo arrestan y lo llevan de vuelta. Pero en el trayecto escuchan la versión del convicto, quien afirma ser inocente del crimen del que se le acusa: asesinar a un alguacil a sangre fría. Aún así, el deber de el par de oficiales es entregárselo al Sheriff (Perlman), pero cuando éste aparece, se darán cuenta que está corrompido y que pretende dar muerte al prisionero, por lo que tendrán que salvar al convicto y enfrentarse al Sheriff, un hombre tan peligroso como corrupto.