Cinco jóvenes entran en una casa. Los propietarios están ausentes. Son como extranjeros en medio de un ambiente limpio, elegante y moderno. Su necesidad de demoler parece no conocer límites, ya que se empeñan en dejar un rastro de destrucción en las habitaciones impecables por las que van pasando. Después de horas de devastación en forma de caricatura grotesca de la vida familiar, el chico de al lado se presenta en su puerta. Su presencia parece cambiar drásticamente la dinámica del grupo, junto con la agresión desenfrenada, momentos de caos y total calma. Poco a poco los secretos ocultos salen que la superficie...