A ver si con un poco de suerte se viene a la Copa. 5 de diciembre... 

Pues sí, se confirma como una candidata a la Copa por méritos propios aunque tiene en Slow Horses T4 una rival a la que, en mi opinión, no es capaz de superar.

Pero vayamos por partes y no vendamos todavía la piel del oso porque Palomas negras tiene muchas virtudes junto con algún que otro defecto.

Destacaría lo excelente de su ambientación marca de la casa para cualquier producción británica que pretenda ser merecedora de semejante título y que borda recordando, tanto por ambientación como temática, a Slow Horses o Gangs of London sumando a ello la época navideña en la que se desarrolla (no muy vista por el que suscribe en este tipo de producciones), terminando por dar un encanto especial al conjunto.

Lo siguiente a destacar, por supuesto, es Keira Knightley, su interpretación de la espía y madre de familia Helen Webb es por momentos superior a la del resto del elenco pese a la solvencia con la que, en general, todos se desenvuelven algo que por ejemplo podría decirse también de un Gary Oldman en Slow Horses que está un peldaño por encima del resto sin que esto reste mérito a los demás integrantes del reparto. Una Helen Webb con unas aptitudes para la defensa propia considerables a las que tendrá que recurrir en no pocas ocasiones durante su investigación hasta alcanzar (o no) su venganza.

Llegamos a Ben Whishaw, amigo y a la postre compañero de andaduras de Knightley, con el que voy a ser algo más crítico siendo su papel el que más dudas me ha generado y aunque salva los muebles con dignidad, en algunos momentos, me ha parecido algo sobreactuado algo que no le pega demasiado a su personaje de asesino a sueldo que, en teoría, debería mostrar una actitud y seguridad a prueba de bombas como corresponde a su perfil y que aquí se ha mostrado algo más inseguro de lo deseable.

La siguiente de la lista es Sarah Lancashire, directora del grupo Palomas negras y que con una interpretación más bien hierática, fiel a lo que se espera de su personaje eso sí, sólo puedo valorarla como de perfecta pero sin exprimir sus más que evidentes cualidades.

El último capítulo me ha parecido casi el mejor de la serie convirtiéndose en un perfecto epílogo cerrando todos los arcos argumentales algunos de ellos como el que presenta a Knightley y a Lancashire en la abadía realmente brillantes.

Una serie muy disfrutable y divertida que pese a algunos defectos subjetivos se deja ver y nos dejará un sabor más bien dulce muy apropiado como su más que acertada ambientación navideña. Y, cómo no, me apunto a su segunda temporada.

Keira Knightley 

Un 8.