Jaume Balagueró y Paco Plaza vuelven a casa
Vía El Séptimo Arte
por reporter 02 de octubre de 2009
Ya está. Por fin se ha dado el pistoletazo de salida de la 42ª Edición del Festival de cine Fantástico de Sitges. Resaltemos sobretodo la palabra “fantástico”, por aquello de evitar malentendidos. La razón de tal constatación es que los organizadores no han parado de repetir a lo largo de los días previos a la inauguración, que quieren librarse de una vez por todas de la percepción que en la capital del Garraf sólo se proyectan películas de terror. ¿Significa esto que Sitges le ha dado la espalda al género que en su día le aupó al nivel de festival a tener muy en cuenta? Viendo la programación de este año, y habiendo presenciado la primera jornada cinéfila... la respuesta es claramente no. Lo que hay aquí es una evidente intención de “ampliar mercado”. Claro está, el Fantástico es una categoría muy amplia... confusa se podría decir, lo cual no hace más que engrosar la cantidad de películas en su haber.
Esta breve aclaración puede ayudar a entender la magia que se oculta detrás del mítico logo de King Kong frente a la iglesia de Sant Bartomeu. ¿Por qué merece la pena acercarse a Sitges durante las casi dos semanas de cine ininterrumpido? Porque como ya se ha dicho antes, es un certamen 100% de género. Ergo uno ya sabe lo que hay que esperar. Está siempre presente el factor suerte, cómo no, pero los mínimos conceptuales están más que garantizados. Es por esta razón que Sitges jamás podrá llegar al nivel de Cannes o Venecia, (o mejor dicho, es por esta razón que Cannes o Venecia jamás llegarán al nivel de Sitges). Es por esta razón que los más adeptos de la pura fantasía, de los monstruos y la hemoglobina acuden a la cita con la seguridad de que el espectáculo está asegurado.
Porque Sitges no sólo se caracteriza por el fantástico, sino también por el público que año tras año llena sus salas. Espectadores que se acomodan en la butaca con una única misión: pasarlo en grande. No es de extrañar pues que el ambiente festivo se apodere de cada proyección; que se aplauda y se vitoree hasta el nombre del maquillador durante los créditos iniciales de cualquier película. Es por todo ello que un servidor no podía estar más contento de inaugurar en Sitges su casillero en lo que a cobertura de festivales cinematográficos se refiere. Como un niño con zapatos nuevos, si quieren localizar al representante de esta web en el certamen, no tienen más que seguir el rastro de baba que va dejando tras de sí.
Baba... y sudor. Porque no ha tenido que pasar mucho tiempo para comprobar de primera mano lo que el director del festival Àngel Sala dijo en la rueda de prensa inaugural: “Sólo se pueden ver todas las películas programadas si se es un superhéroe”. Es lo que tiene proyectar doscientos filmes en doce días. ¿Resultado? Para ser ambiciosos hay que emular a Ussain Bolt con viento a favor (querido Sr. Sala, amenaza usted con llevar a la ruina a más de un gimnasio), porque las carreras frenéticas de sala a sala son la única solución para acudir a los pases de las obras más destacadas.
¿Y qué ha sido lo más destacado en la jornada inaugural? Sin duda el regreso triunfal de Jaume Balagueró y Paco Plaza al mismo escenario que dos años atrás les encumbró como auténticos genios del cine de terror. Parece que fue ayer cuando nos adentramos por vez primera en aquel tétrico edificio barcelonés. Conscientes de ello, los directores sitúan la acción de la segunda entrega de esta franquicia revienta-taquillas justo donde la dejaron por primera vez. Repitiendo el recurso de la cámara en mano, '[•REC]²' nos sitúa en la piel de una unidad de GEOs encargada de poner orden en esta “zona 0”, proceder al rescate de los posibles supervivientes... y otros oscuros cometidos que poco a poco irán saliendo a la luz. Poco se la han jugado los organizadores eligiendo '[•REC]²' para la inauguración del festival, ya el éxito estaba cantado. Cierto es que se ha perdido el efecto sorpresa. Cierto es que ya no está aquella sutileza socarrona que ayudaba a crear un ácido reflejo de la sociedad actual. Pero no menos cierto es que la fórmula sigue funcionando. En esta ocasión para rizar el rizo, para buscar el más difícil todavía... para buscar la cafrada definitiva. Muy pasada de rosca -en el buen sentido-, el nuevo producto de la pareja catalanoparlante se digiere con mucha facilidad y divierte tanto como su antecesor. Como no podía ser de otra forma, el público reaccionó excelentemente, y cerró la sesión entre risas y aplausos. Misión cumplida.
Nada hemos tenido que esperar para que Takashi Miike, auténtica vaca sagrada del certamen, presentara su nueva gamberrada; la primera de las dos que ha traído aquí en esta ocasión. Cineasta exageradamente prolífico (actualmente goza de una nada desdeñable media de tres películas realizadas al año), debo admitir que es rara la ocasión en que conecto con sus extravagancias... afortunadamente hoy ha sido una excepción. En 'Yatterman', el director japonés adapta en carne y hueso para la gran pantalla el famoso manga de Tatsuo Yoshida, mientras, aprovecha para hacer un homenaje con aroma kitsch a otros muchos clásicos de la viñeta nipona. Como si de un capítulo largo se tratara, desfilan ante nosotros ejércitos de robots gigantes, villanos de pacotilla, y héroes algo zumbados. Sin ser ninguna maravilla, y adoleciendo los irritantes excesos inmaduros del director, esta colosal chorrada no se me ha hecho pesada, e incluso en alguna ocasión le he reído las gracias al depravado Miike. Cosas del buen ambiente de Sitges.
Mucho más me he reído con 'Best Worst Movie', documental a rescatar de Micahel Stephenson. El que en su día fuera uno de los protagonistas de 'Troll 2', decide hacer ahora un extenso reportaje del filme en cuestión, que oficialmente resulta ser el peor producto cinematográfico de la historia. Con ironía y ternura se nos muestran los personajes de aquel tremendo despropósito que a la vez ha adquirido, con el paso del tiempo, la condición de película de culto. Desternillante, trágico pero siempre delirante -no es para menos- el documental es una carta de amor “EdWoodiano” al cine, a la vez que un excelente estudio de esta droga dura llamada fama: de sus efectos... y sus consecuencias. La película se disfruta mucho más si se ha visto antes la ya citada 'Troll 2', es por ello que los organizadores han planeado proyectarla ésta última también. Un pack la mar de completo.
Además, los más nostálgicos han tenido su huequecito en ocasión de la proyección de 'Alien, el octavo pasajero' de Ridley Scott (recordar que la actual edición del festival está dedicada a dicho film), con la participación del director y productor Walter Hill, quien ha recibido el premio Máquina del Tiempo en reconocimiento a tosa su carrera. Echando mano de nuevo de la máquina del tiempo, Sitges ha concedido el Gran Premio Honorífico a Malcolm McDowell, sobretodo debido a su magistral interpretación de Alex en 'La naranja mecánica'.
Mañana más.
Click aquí para más información
por Víctor Esquirol Molinas
Jaja, hace mucho lo hablamos tú y yo xD y sería épico la verdad
Además, con mi hermano y Erendil... corte ninguno
No me lo digas dos veces eh, q como buen catalán q soy, puedo sacar mi faceta gorrona .