Día 8: Viernes de recuperaciones y oportunidades
Penúltima crónica de la decimoquinta edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla, cuyo palmarés probablemente ya se conozca mientras estas líneas estén siendo leídas (el veredicto con las películas premiadas se falla a las 12:00 desde el salón de actos del NH Hesperia de Viapol, hotel que hace las veces de búnker para la organización del festival como cada año), pero eso se analizará en el último repaso de mañana.
Es viernes, y prácticamente no hay casi nada nuevo por ver, ya que los últimos días suelen ser oportunidades de recuperar títulos perdidos durante el festival o de aprovechar regalos sueltos que deja la programación a última hora. Precisamente en este último saco aparece a media mañana Nuri Bilge Ceylan con su nuevo trabajo tras 'Winter Sleep (Sueño de invierno)', aclamada Palma de Oro en Cannes.
De título 'El peral salvaje', ni en su interminable divagación existencialista ni como fábula paternofilial supone un visionado que aporte. La película no interesa en absoluto, y es uno de esos casos donde durar 188 minutos supone una condena. Ni siquiera cuando la cinta sigue una narrativa es solvente, desaprovechando subtramas potentes que se desvanecen, eso sí, con planos muy poéticos.
Nadie va a negar que Nuri Bilge Ceylan rueda con maestría y que regala encuadres impresionan por su belleza para captar exteriores, pero no se puede caer en el cada vez más recurrente error de tomar el cine como un cuadro audiovisual sin cuidar ni un ápice la historia. Tendrá su público, pero para el que no compre la propuesta, la experiencia en estos casos resultará agotadora y exasperante.
Pero esa sensación de pérdida y sopor como espectador se encargaría de resarcirla una película muy sentida. 'Girl', la película enviada por Bélgica para competir en los Oscars y flamante nominada a Mejor Película en los EFA, coloca a un servidor en una tesitura tan compleja como el personaje principal. Cuesta aprobar, a pesar de la situación infernal que debe ser obsesionarse con un canon de belleza física y vivir retraída en una identidad errónea, el nulo agradecimiento a un entorno positivo.
Resulta imposible empatizar con alguien que no valora ni un ápice el peso de algo tan difícil como la transexualidad que piden compartir su familia, profesores y médicos, y que recibe cierta contención desde el elemento más peligroso, la juventud. Esto no borra la notable película que es 'Girl', un debut esperanzador de Lukas Dhont que sabe arañar esos minúsculos detalles que el guion deja y que escapan a la labor de un Victor Polster excelso. Magnífica fusión de su dirección y la calidez de la fotografía.
Ya es sábado. Sábado 17, el cual marca el final de una de las mejores semanas para muchos sevillanos (no, no es abril, que ojalá). El cine europeo volvió esta vez invitando a colarse en él, y así ha sido en la medida posible durante los 8 días que dura este festival. Películas buenas, películas malas, pero películas que ver, con el riesgo que supone a veces eso. A por el último día.
That's what I say.
Por Jesús Sánchez Aguilar
@JesAg_
Obra Sin Autor (es una obra de arte).
At War (otra vez brutal Brizé, vaya final más bestia).
El Silencio de Otros (imperdible, impresionante, inolvidable).
Ruben Brandt, Collector (una de las joyas de la temporada. Ocean's Twelve como si fuese animación cubista).
Close Enemies (thriller cojonudo con los tiempos muy bien marcados. Grandes Schoenaerts y Kateb).
Las peores:
Dovlatov (da pereza hasta hablar de ella. Insufrible).
Maya (una de las películas más mal interpretadas que he visto nunca).
Border (la flipada del festival. Se va a la ciencia ficción con un ex abrupto narrativo sorprendente).
The Happy Prince (sodomía gratuita).
Mención Especial a:
Tiempo Después (divertidísima película. Qué canalla es Cuerda).
Michael Inside (drama carcelario muy bien trabajado, sin ningún reproche).
Mektoub, My Love: Canto Uno (Kechiche siendo tan visceral como siempre. Su visión de la juventud es muy pura).
A mí me pareció una soberana mierda.
Es lo que tiene la absurdez.