'Sonic 2. La película' - Corre, hijo, corre todo lo que puedas
Si no fuera por Jim Carrey, 'Sonic 2. La película' podría haber sido una película de animación. O debería de haber sido una película de animación. En esencia ya lo es. Y es que el Robotnik al que interpreta un desatado Jim Carrey es el único personaje humano que tiene algo que aportar, o algo que decir que nos importe o sea relevante en alguna medida, la medida de un villano que disfruta de su villanía cada segundo de metraje.
Hasta aquí, una obviedad una vez vista su primera parte. Carrey es el idóneo para interpretar el papel de un dibujo animado. Como también se puede decir que es una obviedad, dado el éxito de dicha primera entrega, que esta secuela es más de lo mismo. Más, que no necesariamente mejor aunque eso importe poco cuando Sonic, Tails, Knuckles y el mencionado Robotnik entran en juego. Todo lo demás... está de más.
Y, además, lastran un conjunto que se alarga innecesariamente hasta las dos horas. Esta vergüenza por incorporar a los humanos como algo más que un fondo contrasta con la desvergüenza de los momentos en los que no están ni de fondo. No es una gran película, algo de lo que es plenamente consciente y que utiliza a su/nuestro favor: En vez de avergonzarse de lo que es como otras adaptaciones de videojuegos, lo abraza con alegría.
Y con cariño. Se siente que la película está hecha por alguien que conoce y le gustan los videojuegos, siendo evidente incluso para un servidor que no ha vuelto a jugar al Sonic desde los tiempos de la Game Gear. 'Sonic 2. La película' transmite ese buen rollo de los videojuegos de los 90 que hacían de su pragmática sencillez su mejor arma. Un concepto claro y simple pero bien definido: darle espacio a Sonic para que corra a gusto.
Esta secuela acepta y asume las carencias y las virtudes de la primera, y las potencia sin más pretensión que la de ofrecer un pasatiempo aún más resultón, por acoso y derribo y tan emocionante como a la vez desechable. Incluso a pesar de la presencia de los malditos humanos. Más, que no necesariamente mejor aunque sí más disfrutable. Porque ahora sabemos a lo que venimos. Y sus responsables saben que lo sabemos.
De ahí que esta tontería hecha película funcione de una manera sorprendente satisfactoria. Porque nos deleitan con la tontería que justo estábamos esperando encontrarnos.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Un 6.
Aún recuerdo cuando antes del estreno de la primera entrega hubo mucha controversia por los ojos -terribles- que le iban a poner al protagonista azul y tuvieron la sabiduría de cambiárselos por unos que le encajasen bastante más. Salvada la controversia, ciertamente se presentó un largometraje decente de aventuras y humor que ayudó a cambiar un poco la imagen que tienen las adaptaciones de videojuegos en acción real. Efectos especiales notables, una aventura entretenida y la presencia como villano de Jim Carrey fueron los ingredientes clave.
Ahora tenemos más de lo mismo, pero no necesariamente mejor.
Introducen a Knuckles, personaje de los videojuegos de la franquicia a quien le pone voz Idris Elba en un trabajo vocal muy satisfactorio adaptándose sin muchos problemas al personaje al que tiene que poner su voz. Dicho personaje cuenta con una trama no metida con calzador y que se retroalimenta de la narrativa de la primera entrega, así que su introducción es natural.
Por supuesto, no podían faltar los protagonistas esperados en sus roles habituales: Sonic siendo -a veces de forma cansina- gracioso y siendo el héroe, Tails como heroína y acompañante de lujo, Ivo Robotnik como villano obsesivo -también a veces cansinamente gracioso- por matar a Sonic y el matrimonio Wachowski visto en medio de todo el lío, esmeralda maestra mediante esta vez.
Cuando algo no está roto, no lo arregles. Eso debieron pensar los creativos metido en estas películas, por lo que básicamente repiten fórmula de humor (como ya han podido adivinar, muchas veces cargante y para niños más que para también la gente que se crió con los videojuegos allá en los 90) y aventuras que junto a sus trabajados efectos especiales y una interpretación de Jim Carrey que también pone bastante de su parte hacen de esta secuela una continuación no a mis ojos mejor, aunque tampoco peor. Lo cual ya es un triunfo.
5
Como fan del juego, la cantidad de elementos que se atrevieron a traer para la secuela es simplemente maravillosa.
Pero escenas como la de la boda, el baile de Sonic y Tails, y según que frases improvisadas de Jim Carrey llevadas a un punto excesivamente infantiles, empañan un poco la experiencia.
Y si la primera es casi un prologo (con un enfrentamiento clasico entre Eggman y Sonic) creo que la segunda eleva el nivel de maneras bastante agradecidas ofreciendote en la misma pelicula una comedia romantica (la subtrama de la boda es genial) y una aventura superheroica divertidisima (ademas de que el grupo protagonista en esta aventura funciona bastante bien)
PD: Entiendo que la referencia al baile del Floss pille a mas de uno confundido pero joder el momento en que mencionan la mala baba que conserva la relacion entre The Rock y Vin Diesel
PD2: Obligado visionado en version doblada al castellano.