Vuelve Zhang Yimou, director al que muchos como un servidor seguimos relacionando principalmente con 'Hero', 'La casa de las dagas voladoras' y 'La maldición de la flor dorada'. No por casualidad son los tres filmes que le hicieron mundialmente famoso a principios del siglo XXI cuando no obstante, ya era mundialmente respetado a finales del siglo XX por producciones más minoritarias y menos accesibles a su paso por los cines, el VHS o el DVD como 'La linterna roja' o 'El camino a casa'.

En fin, que Zhang Yimou vuelve a los cines españoles tras la debacle de 'La gran muralla', uno de esos traspiés que de haber sido americano podrían haberle pasado mucha factura. No parece que sea el caso, aunque para recuperarse haya recurrido a ese aparente cine de artes marciales que le sitúa más cerca de la imagen icónica de Jet Li o Chow Yun-Fat que de producciones como 'Amor bajo el espino blanco' o 'Regreso a casa', y que tienden a pasar inadvertidas ante el grueso del público occidental.

Ante títulos como 'Sombra' un servidor se presente igual que ante buena parte de las películas que dicen estar adscritas al western. Quizá, porque como español, son dos géneros que recorren un pasado ajeno a la sangre que corre por mis venas. Y eso, por lo general, tiende a ese reduccionismo que a su vez, nos incita a meter a chinos, japones, coreanos y demás ciudadanos de la zona en un mismo saco, del mismo modo que a los norteamericanos les gusta considerar Europa como un solo país.

En fin, que estoy divagando, como siempre. 'Sombra' es lo que si no estoy mal informado se puede considerar un "wuxia", una especie de cruce entre Shakespeare y artes marciales de marcado carácter chino. Un equilibrio no siempre perfecto entre los que buscan el drama y los que buscan la acción; un equilibrio no siempre fácil de encontrar cuando la base del conflicto es un drama pero la resolución del mismo es la acción, siendo que lo que se pretende narrativamente hablando es justo al contrario.

Un equilibrio que Zhang Yimou no logra encontrar del todo a este relato, se palpa, se siente que mucho más amplio de lo que se nos acaba mostrando en pantalla. Aunque más que falta de equilibrio, se trate de una falta de compensación entre sus distintos personajes. La necesaria para que el conflicto, dejando de lado su inmaculada ortografía audiovisual, tenga un impacto real, adquiera entidad propia y se aleje del ejercicio de estilo tan en apariencia bonito como en realidad, relativamente pasajero.

Esto es precisamente lo que se siente que es 'Sombra', una buena muestra de las posibilidades tanto de Zhang Yimou como del propio género que, no obstante, no es capaz de sobresalir ante el recuerdo de lo que uno y otro han ofrecido en el pasado. Esto es, la siempre peligrosa y a menuda injusta sensación de que esto ya lo he visto más y mejor contado que tiende a un desprecio muy relativo por cuanto, al fin y al cabo, siendo positivos, y como es el caso, ser una más es a su vez no ser una de menos.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex