'Sin remordimientos' es un sólido thriller de acción al servicio de su principal estrella (y productor). Un sólido y solvente thriller que funciona en la misma medida que las dos entregas de la franquicia de Jack Ryan protagonizadas por Harrison Ford a principios de los 90. Hace ya casi 30 años de 'Juego de patriotas', y un poco menos de 'Peligro inminente'. Pero la rueda sigue girando de la misma manera desde hace mucho, mucho más tiempo. Al fin y al cabo Tom Clancy las escribió más o menos en la misma época; al fin y al cabo, hablamos de Tom Clancy.

Pero sobre todo de ir sobre seguro. 'Sin remordimientos' no se aparta mucho de un modelo que bien podría situarla -obviando el color de piel- como una precuela de 'Jack Reacher', en donde Taylor Sheridan como guionista y Stefano Sollima como director aportan la robustez que a aquella le aportó Christopher McQuarrie en su doble faceta como guionista y director. Sobre seguro, y con la clara expectativa de que 'Sin remordimientos' sea la primera de algo más que dos entregas que pueda rivalizar de tú a tú con el propio Jack Ryan como Luke Hobbs con Dominic Toretto.

Un John Clark al que ya vimos con la cara de Willem Dafoe en la mencionada 'Peligro inminente' y con la de Liev Schreiber en 'Pánico nuclear'. Un John Clark de dudosa moral pero noble corazón que recupera la acción física en todo su esplendor pero de forma tan comedida y modélica como es habitual en Sollima, no por casualidad director de 'Sicario: El día del soldado' o 'ZeroZeroZero'. En 'Sin remordimientos' hay mucha acción, pero no es ni un continuo desperdicio de munición y explosiones a lo Michael Bay ni un festival de hostias del gusto de Gareth Evans.

De hecho 'Sin remordimientos' quiere y a la vez no quiere ser "una de acción", sino más bien un thriller de aires turbios y amoralidad tangible al que la inercia, argumental e industrial, termina por convertir en un producto tan relativamente servicial como a la vez relativamente previsible. Algunas elecciones de casting tampoco ayudan a que sus esfuerzos calen más profundo que sus revelaciones, por más que su evolución como historia de iniciación y preámbulo de una franquicia con la que Michael B. Jordan pueda dormir tranquilo por las noches sea modélica.

En esencia, 'Sin remordimientos' es un thriller de acción sólido y muy entretenido, no especialmente remarcable pero sí claramente por encima de la media. Jordan, Sollima y de alguna manera Sheridan (aunque en menor medida de lo esperado) le aportan encanto e intensidad a poco más de 100 minutos que funcionan como un tiro. Una propuesta altamente cumplidora a la que quizá le falta alguna escena realmente memorable o algo de valentía para al igual que su protagonista, deshacerse de los grilletes de una "autoridad" para la que actúa y sirve como un simple peón.

Poco más que un peón, eso sí, pequeño pero matón y muy resultón.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex