'Scream' - Sidney, Dewey, Gale y otros cachos de carne del montón
Hace 25 años, al final de la primera entrega de 'Scream', Billy Loomis hacía un breve intento por volver de entre los muertos para dar un último susto a los supervivientes de aquella masacre. La respuesta de Sidney Prescott era un tiro en la cabeza y la frase "no en mí película", lo que dicho sea de paso hubiera sido un final, tal cual y a capón, brillante. No se me ocurre mejor descripción para esta quinta "scary movie" que, diez años después, viene a dejar claro lo que parece ser que a algunos no les quedó nada claro en 2011: Que esta supuesta franquicia está muerta.
Y si por algún casual había alguna oportunidad de que resucitase, Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett han acabado tanto con ella como con todo el crédito que habían obtenido con 'Noche de bodas'. Al igual que tantas otras secuelas tardías, 'Scream 5' es un torpe, descuidado y oportunista intento por seguir sacando tajada de la nostalgia que acusa, sobremanera, el peso de un legado al que le hace el más flaco de los favores posibles: No aportarle nada. Esto es, no ser absolutamente nada sin una herencia a la que le hinca el diente como un animal carroñero a la carne muerta.
Recuperar a Neve Campbell, David Arquette y Courteney Cox es, literalmente, el único recurso y al clavo ardiendo que se agarra este pobre slasher que recuerda poderosamente a lo que algunos critican de 'Matrix Resurrections'. Ambas, en sus primeros compases, juegan con la prometedora posibilidad de reescribir su código interno a través del metalenguaje para después, olvidarse de una posible elaborada relectura y dedicarse a lo mismo de siempre. En el caso de 'Scream 5', acuchillar la vida de una serie de personajes cuya existencia no se han molestado en desarrollar.
De al igual que la mayoría de sus secuelas, ser un quiero y no puedo de no ser porque, al menos en apariencia, no parece que pueda ni aunque quisiera querer intentarlo. Como en su momento 'Men in Black: International', por poner un ejemplo.
Siquiera la presencia de Campbell, Arquette y Cox sirve para desarrollar algo más que un finísimo hilo conductor, harto deudor de cualquier otra cosa anterior que por descontado, hace que siempre parezca que fuera mejor. Dicho sea a las claras, 'Scream 5' no reinventa ni reinterpreta nada, siendo una sombra de la copia de un reflejo desarrollado de forma rutinaria y desganada. De un asesinato a otro aún más tonto e insulso, sin proponer alguna novedad que rompa un compás tan de sobra conocido que aburre una vez su prólogo queda huérfano de una película que le siga.
A su lado películas como la fallida 'Un hombre lobo entre nosotros' parecen incluso una obra de arte, aunque sea sólo por intentar ofrecer algo distinto. Sin embargo, 'Scream 5', por el culo te la hinco, es una sombra de lo que en los 80 ya era lo de siempre. Una película cualquiera diría que remontada al menos un par de veces sobre la marcha, y siempre a merced de un puñado de chistes autorreferenciales y la presencia testimonial de tres fantasmas del pasado que, con su sola presencia, ponen en evidencia a un presente que como el del Real Zaragoza, parece que no tiene futuro.
No es que la franquicia está muerta: Es que este camino que se empeñan en recorrer una y otra vez, de forma tan obstinadamente estúpida, es una vía muerta desde los 90. Como en su momento 'Men in Black: International', por poner un ejemplo.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex
Pienso que lo utiliza más bien como coartada para no arriesgar en nada y ofrecer más de lo mismo. Admites que estás haciendo una mierda de forma simpática para aprovecharte de la condescendencia de los fans.
Más allá de esto, el rollo meta se me hizo algo pesado. Como que durante el arranque del film estaban más centrados en ser meta que en hacer una película que tuviese alguna intención.
Un 5.
8/10