'Moonbase 8' - The Three Amigos
Podríamos definir 'Moonbase 8' como el show de tres amigos jugando a ser astronautas. Cuatro, si además de a Fred Armisen, Tim Heidecker y John C. Reilly contamos a Jonathan Krisel, su director. Los cuatro son guionistas y creadores de esta serie que cuenta con el logo de A24, una de las mejores formar posibles de comenzar tanto una serie como una película: Predisposición a la victoria, se puede llamar.
Aunque llamar serie a 'Moonbase 8' quizá pueda ser considerado por algunos como un eufemismo, porque más que una historia desarrollada a lo largo de seis capítulos se trata de un contexto que da pie a una serie de historietas episódicas que a su vez, dan lugar a diversos sketchs. O una sucesión de sketchs. Se trata al fin y al cabo de una comedia, una discreta y humilde comedia norteamericana que funciona a golpe de gag.
Nada que pueda considerarse una sorpresa: Como buena parte de la comedia norteamericana, 'Moonbase 8' no es una historia narrada con humor, sino humor envuelto en algo de historia que lo sustente. Humor por otro lado y por descontado muy norteamericano, claro, siendo que cada uno sabe más o menos dónde tiene puesto el listón con algo tan personal, y a menudo tan cultural y poco exportable como el humor.
Ellos se lo guisan, y ellos se lo comen. Uno se imagina a Armisen, Heidecker y Reilly disfrutando mucho de la experiencia, perdidos en un socavón a un par de kilómetros del mundo moderno durante un par de meses y haciendo un poco lo que les parezca. Una vez situado el contexto y a los personajes, a disfrutar. Y a intentar ya puestos que el espectador también disfrute de este viaje a la Luna (sin salir de casa), por supuesto.
Y así es, se disfruta. 'Moonbase 8' se disfruta. Seis episodios de uno 25 minutos y pico donde si bien no todos los chistes funcionan bien, no es menos cierto que no todos los chistes funcionaban mal. Viene a ser lo que cabe esperar, además de una divertida sorpresa cuando se aleja de lo que estás esperando, en una producción simpática y tan resultona como lo sea nuestra tolerancia hacia el humor norteamericano.
Y en particular hacia la versión "seca" que practican Armisen, Heidecker y Reilly, los tres haciéndose un traje a medida que al menos eso sí, y a diferencia de por ejemplo cuando se junta Adam Sandler con sus amigos, también lo es a la medida de unas A24 y Showtime que aportan su buen nombre y dignidad. Esto es, que además de ser en gran medida simpática o divertida, según el gusto, en la misma medida también parece una serie.
Y a veces no deja de ser una cuestión más que de simpatías. O de apariencia.
Por Juan Pairet
@Wanchopex