Como somos como somos, tendemos a relacionar películas y series unas con otras aunque no tenga por qué haber un porqué. Es cómodo, práctico y parece que nos ahorra dar más explicaciones o buscar nuevas palabras para lo que ya dijimos alguna vez. Tú ya sabes, tú ya me entiendes. Y por más que lo intente no puedo sino relacionar 'Manhunt: La caza del asesino' con 'El ferrocarril subterráneo'. Es cómodo y práctico...

En ambos casos hablamos de dos (muy) buenas series a las que les pesa (un poco) la responsabilidad de tener que ser, o más bien, la responsabilidad de sentirse obligadas a ser grandes series. "Se nota" que sus responsables están totalmente convencidos de que se trata de lo que se dice una "gran serie"; sobre todo, porque eso es lo que tiene que ser. No hay alternativa, sino una obligación profesional, moral y espiritual. 

Algo por otro lado habitual en muchas series de Apple, la evidente aspirante a ser "la nueva HBO" por encima de la propia HBO. Es lo que quiere ser, es lo que suspira por ser. Y hablamos de Abraham Lincoln, el gran Abe. Una leyenda de la historia americana que no podía dar lugar sino a una serie muy americana, en lo no tan bueno y en lo no tan malo. Y es que la historia después de su asesinato no es, en gran medida, desconocida.

Una historia que para variar 'Manhunt: La caza del asesino' viste con sus mejores galas, ofreciendo un acercamiento a este post-crimen con aires de seriedad, elegancia, respeto y sobre todo respetabilidad. En fondo y en apariencia. Una gran serie americana, de virtud tan intachable como algo encorsetada, que remite un poco lo visto en 'Los amos del aire'; otra "gran serie" de Apple que, también, podemos decir se siente algo atenazada por la imposibilidad de cometer un error que suponga algún tipo de derrota. 

'Manhunt: La caza del asesino' es una serie 'premium' que encaja a la perfección en una servicio 'premium' como el de Apple. Una (gran) serie lo que se dice bien hecha a todos los niveles, lastrada si acaso por la sensación de, por decirlo de alguna manera, tener un palo metido por el culo. De ahí que su solemnidad formal y alto grado de educación audiovisual puedan resultar algo espesas y parsimoniosas.      

Que como la serie "importante" y "relevante" que es, la "grandeza" que en efecto posee la mayor parte del tiempo pueda resultar también algo "impostada" y "artificiosa". Lo uno no quita lo otro, y 'Manhunt: La caza del asesino' sigue siendo la serie más que notable que pretende y aspira a ser para paladares con gusto para algo más que para los pasacalles. Con gusto para esas grandes series que en otra época sólo podían ser de HBO.

Ahora hablamos de Apple, y de producciones como la citada 'Los amos del aire' y esta 'Manhunt: La caza del asesino'. Series tan aseadas e inmaculadas que, por más que luzcan con un brillo deslumbrante, parece que les falte el alma. Es, quizá, el único pero que realmente les podemos ponerles: parecer la resolución de una ecuación matemática en lugar de, por ir terminando, la inspiración espontánea de algún genio creativo capaz de desafiar las convenciones de un modelo que reproducen con suma e irreprochable exquisitez académica.

Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex