'Lamb' - La madre del cordero
'Lamb' tiene el honor de ser la primera película europea distribuida por A24 en Estados Unidos y lo raro es que no esté producida también por ellos. La productora estadounidense ha creado un sello, reconocible en todas sus películas, que le ha hecho tener una base de fans muy fiel. No solo eso, también goza de una regularidad en la calidad media de sus producciones que asusta. No hay película de A24 que no sea potente audiovisualmente e interesante en su propuesta argumental. A las pruebas me remito: 'La bruja', 'La habitación', 'Ex_Machina', 'The Florida Project', 'A Ghost Story' o 'Diamantes en bruto' dejan claro el gran abanico de géneros que abarca A24 y lo mucho que cuidan cada una de sus producciones. 'Lamb' tiene muchos puntos en común con las películas de terror que suele producir esta compañía, a todos los niveles, y es normal. Ari Aster y Robert Eggers, dos de los estandartes de la productora y del cine de terror actual, han sido muy influenciados por el cine de terror europeo, y sin avergonzarse de su origen, está claro que la compañía ha querido vender siempre esa imagen. 'Lamb' no desentona entre la filmografía de A24, ni por su nacionalidad ni por su calidad.
Esta es la historia de una pérdida, de una de las peores cosas que le puede pasar a un ser vivo. El debutante Valdimar Jöhansson no tiene miedo a meterse en terreno pantanoso, a arriesgarse y contar las cosas de una forma excéntrica y difícil. La trama de la película la hemos visto muchas veces, en diferentes géneros, contada de mil maneras. Es uno de los casos en los que es vital la labor del director y Jöhansson hace un trabajo fantástico, elaborando un folk horror muy cotidiano, sin mucho aspaviento ni floritura. Todo es muy frío en ella pero hay muchos sentimientos y emociones durante todo el metraje. Todo muy contenido, haciendo que el dolor de los protagonistas gane mucho en credibilidad y naturalidad. 'Lamb' se pasea constantemente en la barrera entre el drama familiar intimista y el cine fantástico más cazurro. Siempre con muchísima sensibilidad y con un estilo visual muy marcado. Deja un buen puñado de imágenes para el recuerdo. Su ritmo, lento y pausado, aporta mucho al páramo desolador donde se desarrolla la película, y donde estaremos los 100 min que dura.
Una vez pasado el impacto inicial, empiezas a ver a ese cordero como el símbolo de esperanza que escenifica. Esa chispa de esperanza a la que aferrarse cuando no tienes nada más. La protagonista prefiere aprovechar la oportunidad que el destino le ha brindado antes que hacerse preguntas, una idea que ya exploró M. Night Shyamalan en la serie de televisión 'Servant' de una forma similar en la que lo hace esta película. Dejar de lado lo racional para darle prioridad a lo emocional es algo que nos pide, para poder disfrutar de ella. Un objetivo que logra sin que te des cuenta, y llegado a cierto punto, te emocionas viendo una escena en concreto que gana un gran significado por todo lo que le precede. Es un momento precioso, que, como todo en esta vida, también tiene su parte triste. No es una película complaciente para el espectador, toma decisiones arriesgadas que refuerzan a los personajes a la misma vez que los afea moralmente.
Personajes interpretados por el escueto reparto de forma magnifica, desde la naturalidad y no la excentricidad. La mejor actuación de Noomi Rapace en toda su carrera está aquí, transmitiendo el dolor y la desesperación contenida que sufre la protagonista de forma gélida. Desde su primera aparición sabes que es una persona completamente rota por dentro, aunque por fuera no se note en exceso. Hilmir Snær Guðnason y Björn Hlynur Haraldsson no llegan al nivel de la gran actuación de Noomi Rapace, pero también hacen un gran trabajo. En especial Björn, capaz de hacerte reír mientras le odias. Cuando los tres están juntos la película gana enteros, pues tienen mucha química y a nivel de guion el rol de cada uno está perfectamente definido.
No puedo irme sin hacer una mención especial a sus sorprendentes efectos especiales, que destacan en su gran integración con el entorno. No quiero estropearos el visionado, que Vértigo Films se ha encargado de proteger durante toda la genial campaña promocional que ha hecho desde que adquirieron la película, así que no voy a extenderme más. 'Lamb' estaba llamada a ser una de las mejores y más interesantes películas de este año, y no falla.
Nota: 8,0
Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan
Pero si entras en su juego, chapeau.
Y lo del atragantamiento me ha pasado a mi un poco con esta. Valoro su originalidad pero poco más. Seguramente sea una profunda alegoría sobre algo que no he sabido captar, pero no me ha dicho gran cosa y si por ejemplo en 'El poder del perro' sí me parece que cuenta mucho más con sus silencios y su sutileza que en sucesos, esta está plagada de silencios y repetitivos planos campestres que no dicen nada. Que al contrario de aquella, no es que te cuente mucho con poco, si no que te ofrece muy poco y tú como espectador lo tienes que rellenar tirando de imaginación o en algunos casos, sentirte inteligente haciéndolo.
Quizá no he sabido o podido entrar en su juego sin más o me ha cogido un mal día. Y en ese caso muchas veces tengo una voz interna que me dice "vuélvela a ver y verás como...". Esta vez me dice "huye sin mirar atrás, que al final no es más que un giro para el que tardan 40 minutos rellenando y luego intentan sostenerlo con dos momentos potentes".
Esto no hará flaquear mi confianza por lo que estrene A24 que hasta ahora era sello de traer cosas diferentes, originales, pausadas, no para todos los públicos, pero muy interesantes. Pero ser rara no es siempre señal de ser molona.
Un aprobado y poco más.
En contra: La "historia" por muchas interpretaciones que deje al espectador y por mucha originalidad de la que quiera presumir, se podría haber contado en un corto de 20 minutos. Género: pues desde luego, terror no es. "Fantástico" quizá le iría mejor.
El problema que tengo con este tipo de películas es que, llamadme loco, cuando empiezo a ver cualquier obra narrativa (sea cine, teatro, novela, televisión...) espero que me cuenten algo y que quien me lo cuenta haga un esfuerzo por captar y mantener mi atención y mi interés. Y "Lamb" desde luego no lo ha conseguido, salvo por la expectativa de "a ver si pasa algo" o "a ver qué nos quiere decir" el autor con esta fábula. ¿Será una metáfora sobre nuestra sociedad? ¿Será un alegato a favor de la tolerancia y el respeto a que cada cual busque su felicidad como le venga en gana mientras no dañe a otros?
Creo que algo de eso hay. El problema, ya digo, es que se olvida de que el primer mandamiento del séptimo arte (al menos para los de mi generación) es entretener. Entretenme y luego hazme pensar todo lo que quieras, pero si no consigues mantener mi atención, difícilmente conseguirás que entre a adivinar ningún "mensaje".
A ver si esta noche
De esta era la que te comentaba @Predator33