'La pasajera' - Olé la Vane
'La pasajera' es la primera película de Raúl Cerezo y Fernando González Gómez juntos. Fernando González Gómez ya había participado en dos películas antes ('Estándar' y 'Zombie World 2'), pero al igual que Raúl Cerezo casi toda su filmografía está compuesta por cortos, algo evidente al ver la película. En primer lugar, porque se nota que detrás de esta producción hay más voluntad que recursos y después porque su premisa funcionaría mejor en un cortometraje. Partiendo de esta base, 'La pasajera' recuerda a otros tantos proyectos de cine de género español hechos con mucho cariño, pocos recursos ('REC' es el primero que se me viene a la cabeza) y con un equipo entregado al máximo en cada escena.
El punto de partida es sencillo y prometedor: un grupo de personas totalmente diferentes entre ellas son juntadas por una aplicación similar a BlaBlaCar y tienen que hacer juntas un viaje en carretera con el hándicap de que el conductor es una persona con grandes necesidades sociales (es decir, que no se calla ni debajo del agua). Esto le sirve al film para crear cuatro personajes estereotipados, funcionando como una sátira hacia ese tipo de personas que se puedan sentir identificadas con ellos y para reírse un poco de la situación actual de la sociedad española. En pocos minutos le cogeremos cariño a Blasco (interpretado por Ramiro Blas, que se roba el show), un retrato muy acertado y paródico del clásico macho español que es imposible no asociar con los votantes de cierto sector político. Es precisamente este personaje junto con su furgoneta (La Vane) lo que sustenta al conjunto. El resto de personajes no son más que un complemento para Blasco, y cuando no interactúan con él no tienen mucho que aportar, sumado a unas actuaciones bastante discretas quedan unos personajes bastante pobres. Cumplidores, pero sin nada más que destacar.
El cómo introducen la fantasía no es original, pero lo hacen de una forma que se integra perfectamente en su condición de road movie. En general estamos ante una película que no se avergüenza lo más mínimo en demostrar cuáles son sus referentes y dónde se inspiraron para sacar adelante esta historia. Tiene mucho de John Carpenter en su apartado fantástico, y en la parte de road movie recuerda a 'Pequeña Miss Sunshine', sobre todo por la forma de tratar la relación entre los pasajeros. No es original, pero tampoco te vende la moto. Hay mucho efecto práctico, algo que no tiene por qué ser bueno per se, pero en este tipo de películas hacen que lo físico sea más físico, viscoso y repugnante. Lo que más personalidad le aporta es el hecho de ser 100% española, sin remilgos. Veremos mucha simbología clásica de aquí y escucharemos pasodobles no precisamente en pocas ocasiones.
Como he dicho al principio, se nota que el nacimiento de esta historia fue concebido para un corto, no para un largometraje, y ahí la película se resiente, especialmente en su último acto, donde todo se alarga en exceso y tarda demasiado en acabar. Alguna situación de terror está demasiado forzada, y tranquilamente podría haber sido recortada para favorecer su ritmo. El inicio es realmente divertido, pero poco a poco notas que se le va acabando la gasolina y termina viviendo de los chispazos de Blasco (que, repito, es lo mejor del conjunto y tiene algunos momentazos). Los directores demuestran que tienen fuerza visual, pero no saben cómo gestionarla, usando recursos de forma loca y totalmente excesiva, pareciendo a veces que simplemente los usan porque quedan bien en pantalla.
'La pasajera' es muy irregular, toma algunas decisiones que no favorecen en absoluto al conjunto y la ambición visual de los directores está fuera de control. Pero también es una película divertida casi en su totalidad, un buen festín de efectos prácticos que cuenta con momentos de la mano de Blasco que son memorables. Una propuesta simpática, imperfecta e inofensiva.
Nota: 5
Por Marc Sacristán García
@TheLebowskiMan
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