'La luz que imaginamos' - Luz (in)visible
'La luz que imaginamos' es, en la práctica, una historia de amistad entre tres mujeres llamadas Prabha, Parvaty y Anu. Dos enfermeras que comparten apartamento en Mumbai y una tercera que acaba de jubilarse, plasmada por Payal Kapadia a través de un naturalismo lírico que a poco deriva hacia la incandescencia (¿o insignificancia?) onírica...
La película parte de la escala local, con su retrato de un Mumbai en constante actividad febril, para acabar contando una historia sobre la amistad femenina y la experiencia de crear una comunidad lejos del hogar. Desde el bullicio de la metrópolis a un remanso de paz a orillas del mar. Del naturalismo lírico a la incandescencia (¿o insignificancia?) onírica...
La sinceridad y melancolía con la que Kapadia revela a sus personajes en la película es, a su vez, la bendición y la condena de la misma. Esa calma tan poética y delicada, tan íntima y sutil hablando del amor, la existencia, la familia, la soledad, el deseo o el hogar resulta o cautivadora, o plomiza. Incandescencia, o insignificancia. Perturbable, o imperturbable.
De tono manso, etéreo y parsimonioso, la cuestión a menudo es tan sencilla como fortuita, aún más en películas como 'La luz que imaginamos'. Se entra o no se entra, se tenga o no se tenga el día. La luz no deja de ser la radiación electromagnética que puede ser percibida por el ojo humano. La luz... que imaginamos. La luz... que pueda ser percibida.
Cine de pausas y miradas, de planos que respiran; de alma por encima de piel; de lo presunto, implícito o sugerido. Es cine distinguido y humanista, cuyo lirismo naturalista e incorruptible, o pesa más que alivia o alivia más que pesa. Hasta convertirse en una película absorbente, no necesariamente de manera perceptible. O consciente. Real... o imaginada.
Por Juan Pairet Iglesias & Jesús Sánchez Aguilar
@Wanchopex / @JesAg_