'La habitación (The Room)' - La esperable consecuencia de una premisa
Hay algo que resulta muy molesto de películas como esta: La sensación de que son películas que están hechas para espectadores que nunca han visto una película... de este estilo. En resumen, y para entendernos: El espectador siempre va un paso, o dos por delante de la película. Pero sobre todo, de sus protagonistas, a rebufo de una historia que se tiran toda la película corriendo para alcanzar. Sin suerte, por supuesto.
La premisa de 'La habitación (The Room)' tiene potencial; también tiene "su aquel" como se suele decir, más propicia por otro lado para un episodio de una serie tipo 'The Twilight Zone'. Su desarrollo es lo que la hunde dentro de un terreno demasiado cotidiano, y demasiado previsible para el espectador más o menos curtido; para el espectador que ya se ha enfrentado en otras ocasiones a una premisa de este estilo.
Olga Kurylenko es mona, pero no lo suficiente como pasar por alto tanto. Máxime cuando su personaje, lo dicho, más que pensar... se deja llevar. Más que pensar se deja llevar como pollo sin cabeza, aunque sin volverse... loca. Quizá ese sea el problema: Que 'La habitación (The Room)' acaba siendo demasiado obvia y moderada dentro de lo común y lo ordinario. Sota, caballo y Rey. La esperable consecuencia de una premisa.
Por Juan Pairet Iglesias
@Wanchopex