Una película que se deja ver en las distancias cortas, ni lo suficientemente interesante como para no ser olvidada con el paso del tiempo, ni lo suficientemente superflua como para que su visionado suponga algún tipo de molestia. De esas películas que pasan por nuestra vida sin dejar más rastro que nuestra votación en IMDb.

Algo así es 'La decisión', remake norteamericano de la danesa 'Corazón silencioso' de Billie August rodado por el siempre eficiente Roger Michel. Algo así es 'La decisión', como algo así era 'Corazón silencioso' aunque eso sí, un poquito mejor. Aunque sólo fuera por haber llegado primero... y tal vez sonar algo más natural.

Una película con alma de obra de teatro que al igual que la original, funciona a la perfección en las distancias cortas, y que resultará bastante satisfactoria para todo aquel cuya ambición no sea desmesurada. Una película solvente, y con un reparto solvente que no resulta especial, lo que no quiere decir que no cumpla con su parte.

De eso se trata, de una producción bien ajustada y con las ideas claras donde todo está en su sitio. Habrá quien la considere algo parecido a un decorado de Ikea, tan aseado que no parece que pueda albergar una variable tan caótica como una vida humana... pero, ¿y a quien no le gusta pasear por un bonito decorado de Ikea?

Por Juan Pairet
@Wanchopex